- A Boca le sobraban ganas, pero le faltaban ideas y por eso, pese a intentar mantener el protagonismo durante buena parte del partido, le costó mucho encontrar espacios para inquietar al arquero de Tigre.

- Tigre se defendía bien y complicaba de contraataque, sobre todo por el lado de Rincón y Luna, pero le faltó contundencia para concretar las chances que generó.

- El ingreso de Chávez le dio a Boca el cambio de ritmo que necesitaba en tres cuartos del terreno de juego. Gigliotti –que primero falló su penal ante García, pero convirtió tomando el rebote– metió dos, el segundo tras un desvío en Blengio, y terminó vistiéndose de héroe.