Camisetas sin sponsor
Los hinchas de River se habrán sorprendido: salvo el buzo del arquero Comizzo, las camisetas de los jugadores no tenían impresa la marca de su nuevo sponsor. Esa extraña indumentaria de color granate resultó la última chance de que el partido se jugara, porque corrió el riesgo de ser suspendido...
El árbitro Gabriel Brazenas advirtió que ambos equipos iban a jugar con camisetas parecidas: de fondo blanco y sólo diferenciadas por el color de la banda que las cruza. Y se opuso a ello para evitar confusiones.
Según el reglamento, River, por ser local, debía usar una camiseta alternativa. Pero no tenía ningún juego con la inscripción de su nuevo auspiciante. En la utilería local se improvisó un conjunto –con unas casacas tomadas del plantel de hockey–, pero las camisetas tenían estampadas números correlativos del 1 al 17; como los jugadores deben hacerlo con aquellos que tienen asignados en AFA, tuvieron que estamparse los nuevos dorsales minutos antes de salir al campo.
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