Better World Books es una de las librerías de usados más completas del mundo: más de 2 millones de libros usados y 500.000 nuevos. Consigue los libros de las librerías y bibliotecas de las universidades de Estados Unidos, y los vende donando un 7,5 por ciento de su precio a organizaciones sin fines de lucro que apoyan la alfabetización en el mundo. Confían tanto en el atractivo del proyecto, que el “boca en boca” es su herramienta de marketing más fuerte. Y realmente está funcionando: hoy venden cinco mil libros por día.

Como la mayoría de los buenos sitios en Internet, la recomendación llega por una buena experiencia de compra. La amplitud del catálogo, repleto de rarezas a precios increíbles, y el incomparable precio del envío internacional (US$ 2,97 a todo el mundo), le dan la posibilidad de vender a particulares, y además ser proveedores de librerías de usados locales. Una enumeración desprolija permite espiar el valor de su catálogo: Fear and Loathing in Las Vegas de Hunter Thompson en edición ilustrada por Ralph Steadman a 7 dólares; From Folk Psychology to Cognitive Science: A Case against Belief de Stephen Stich a 6 dólares, CBGB: Decades of Graffiti sobre el mítico local neoyorquino a 12 dólares, agotados de J.P. Donleavy, poetas norteamericanos inconseguibles, y joyas tales como un número de una revista sobre Stegmüller a 7 dólares –mientras que en Amazon y otras librerías online lo venden a 200 dólares.

La envergadura y la seriedad del proyecto seducen lo suficiente como para interesarse por los personajes que lo llevaron a cabo. Al ingresar a la sección institucional del sitio brilla una cita a Seinfeld: “La librería es una de las pocas evidencias que tenemos de que la gente aún sigue pensando”. Xavier Helgesen, el fundador de Better World Books, está muy contento por la buena promoción que recibieron en el festival de Sundance más reciente y cuenta que comenzó vendiendo libros cuando se recibió en Ciencias de la Información en la Universidad de Notre Dame, en el 2001. “Tuve las primeras experiencias con ventas de libros usados mientras estaba desempleado. Vendía los que los estudiantes no necesitaban más, y que donaban sabiendo que un porcentaje iba destinado a las fundaciones para la alfabetización.” Encontrar destino al caudal de libros usados en las universidades, y vincular la venta de esos libros con sponsors de la alfabetización mundial, hicieron crecer al proyecto a una velocidad inesperada.

El nombre del dominio estaba registrado desde 1995 por un ex Microsoft tan idealista como Xavier. “Y a pesar de recibir todas las semanas una oferta por el dominio, en el 2004 nos lo vendió a nosotros porque creyó en nuestro proyecto.”

No sólo es sorprendente que BWB sobreviva sino que además sea una competencia real de Amazon y Alibris. “Es muy sencillo: nosotros tenemos todo el stock de libros en un mismo lugar, el correo es mucho barato. Ellos hacen el envío puerta a puerta entre usuarios.”

El envío es más barato pero tarda más tiempo en llegar. Los compradores esperan sus pedidos contentos y pagan 0,4 centavos de dólar extras para contribuir a frenar el impacto del carbono. Si los libros están al mismo precio que en otras de usados, los compradores suelen preferir dejar sus aportes a BWB. Aunque suene lógico, es raro. “Si, es raro pero incluso la gente que trabaja acá prefiere este ambiente, a veces rechazando ofertas de otros lugares que le pagan más dinero.” Xavier sabe que la gente los apoya porque lo que ofrecen es un muy buen servicio. “Más allá de tu ideología, te interese o no la política, conseguís libros usados y nuevos a muy buenos precios, y los enviamos a cualquier parte del mundo.”