En los últimos días se acaba de poner a disposición del público francés un hallazgo excepcional sobre uno de los escritores franceses más importantes de todos los tiempos: Honoré de Balzac. Pero no se trata de una novela inédita y perdida entre los cajones de un viejo mueble como suele suceder, sino de una libreta de trabajo plagada de notas y dibujos esbozados por el escritor entre febrero y septiembre de 1833, totalmente manuscrita con tinta negra, violeta y sepia, bajo el título de Pensamientos, temas y fragmentos. Esta libreta, cuyo descubrimiento fue obra de Gérard Lhéritier –coleccionista y fundador del Museo de Cartas y Manuscritos de París, en el que es expuesto–, constituye un documento invalorable sobre el proceso creativo del prolífico escritor, y más específicamente sobre el laboratorio y la génesis de una obra inmensa, tal vez la más extensa de la literatura: La Comedia Humana. Se trata de 56 folios de notas, aforismos, dibujos y argumentos que trazan a la perfección el modo de trabajo de Balzac.

En realidad, hacía mucho que los especialistas del escritor sabían de su existencia aunque ignoraban lo más importante: dónde encontrarlo. Este documento primero había sido propiedad del coleccionista Gustave Clément–Simon, que lo había recuperado después de que se dispersaran los papeles de Balzac. Luego perteneció al vizconde Charles de Lovenjoul, uno de los más grandes coleccionistas de la literatura francesa. Finalmente, la libreta había quedado en manos de Jacques Crépet, fino analista del escritor hasta que Lhéritier lo adquirió a un precio risible, recientemente, en una subasta.

Se trata de un documento que prácticamente nunca fue visto ni consultado, a excepción del novelista Gonzague Saint Bris, descendiente de Louis Mame, el editor de Balzac, quien hizo una patética declaración: “Mi departamento se prendió fuego y todo se perdió para siempre; incluso mi colección Mame con autógrafos y cartas de Balzac. Apenas la encontró, Lhéritier puso en mis manos esta pieza única de la que solo había escuchado hablar ya que vengo preparando una biografía sobre Balzac desde hace una decena de años”.

En este álbum que el mismo escritor ha calificado de “gran jardín de mis ideas” o, a veces, “despensa literaria”, pueden descubrirse las esquirlas de una obra en construcción. Así, por ejemplo, el esquema general de Père Goriot es resumido en sólo cuatro líneas: “Tema de Père Goriot - un buen hombre - pensión burguesa - 600 francos de renta - desvalijado por sus hijas - muerto como un perro”.

Pero además de estos apuntes, abundan frases sueltas que Balzac fue incorporando en las diversas novelas de La Comedia Humana, como por ejemplo: “un gran crimen es a veces un poema” que incluyó en La piel de zapa. Como si esto fuera poco, también hay lugar en esta libreta para otros fines prácticos como la descripción de una habitación, dibujos y una profusa lista de nombres para bautizar a sus multitudinarios personajes.

En una de sus cartas, el autor de La Comedia Humana evocaba esta libreta de trabajo que llevaba permanentemente encima como “el lugar donde puse todos los pensamientos de mis obras y tantas otras cosas”.