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Viajar a San Pablo en clave diseño es siempre una fiesta. Hay tanto para descubrir, aprender, olhar, ese término en portugués que tanto le cabe, que siempre resulta energizante. Cualquiera sea el motivo, la inauguración de una muestra o su clásica bienal, la ciudad recibe con los brazos abiertos y ni un tráfico verdaderamente insoportable merma las ganas de devorarla queriendo saber qué pasa en cada esquina, tienda o museo. Esta vez, el 22 Premio Design del Museu Da Casa Brasileira junto a una invitación del Centro Universitario Senac (una de las más potentes e inquietas universidades de Brasil), fue la oportunidad de visitarla y saber qué hay de nuevo en la gran urbe brasileña.

Barrio en alza

Un nuevo sector de la ciudad despierta, gana terreno y acapara las miradas. Sí, cuando nada nuevo podía surgir bajo el sol paulista, un barrio palpita. Se trata de Higienópolis, en la zona oeste de la ciudad. Una zona residencial y tranquila, de callecitas curvadas y arboladas, que se está volviendo un nuevo punto obligado. Una de las primeras en tomarle el pulso y no dudar en mudar su local con lo mejor del diseño brasileño y de su autoría, Casa 21, fue nuestra querida amiga, la diseñadora argentina Delia Berú (algo habrá tenido que ver en su elección la plaza del barrio que se llama Buenos Aires). Siguiendo una tendencia mundial, cuenta ella, de volver a un trato más personal, escapándole a la masificación que da un local al lado del otro y sobre todo al vértigo de su anterior loja de tres pisos en Jardins sobre la Av. Europa, optó por una casa acogedora sobre la calle Minas Gerais. Así, el que se acerca al 153 podrá ver distribuidos en los distintos ambientes (hasta la reja de la casa, condición sine qua non de la seguridad en Sao, recibe con un remate en sus puntas de miniaturas de mobiliario en hierro) algo de lo mejor de sus propuestas personales como sus bellos sofás, camas, las mesas Jazmín o las Tulipa y novedades como la cómoda Ruth y el gabinete Ian en maderas de reforestación. Además de algunos de los diseños de referentes locales como Claudia Moreira Salles o John Graz, que ella siempre se ocupó de promocionar. ¿Algunas perlitas? Ya en la entrada, reciben las luminarias y mesa Entre linhas en acrílico multilaminado, marca registrada de Marton y la tapa de la mesa Brasil y la biblioteca en teca certificada del arquitecto Alvaro Wolmer.

Como suele pasar sobre todo allá, primero fue uno, enseguida dos, tres y ahora, en poco tiempo, la calle Minas Gerais está poblada de propuestas. Desde galerías de arte como la Vermelho (de las más reconocidas de la ciudad) a todo tipo de restaurantes.

¿La nueva adquisición? Una joya digna de Brasil. También sobre la misma calle pero sobre una amplia esquina (Minas Gerais 80), Edna Matosinho de Pontes, coleccionista e investigadora, acaba de inaugurar la Galería Pontes dedicada exclusivamente al arte popular brasileño. De esas delicias que sólo se ven allá. Jardín, patios y salas en función de mostrar de la mejor manera piezas únicas de este acervo material en madera, barro y piedra.

Fábio Magalhaes, museólogo, crítico de arte, pero sobre todo un referente en estas cuestiones, fue el curador de la muestra inaugural Olhar Ensolerado, con las que el espacio abrió sus puertas en septiembre y sigue conmoviendo al día de hoy. Una exposición que cuenta con piezas de distintas regiones brasileñas –floresta amazónica, pantanal del Mato Grosso, del valle de Jequitinhonha en Minas Gerais en Pernambuco–. “El arte que los eruditos llaman ‘popular’ es bello porque es simplemente eso. La creatividad en el medio popular es siempre el resultado de un saber hacer. Muchas veces de un primoroso saber hacer. Crear para el hombre del pueblo es celebrar la vida y el mundo, y al mismo tiempo es un modo de reinventarlo”, adelanta Magalhaes desde el catálogo de la muestra. Y continúa: “El arte popular no procura el status del arte erudito. La mano del pueblo sigue el ritmo propio, manteniendo el frescor de refrescarse todos los días en las plazas y los mercados. El arte popular revela casi siempre una colectividad emocional, una estética compartida, viva y actual”, remata. Así, cada una de estas creaciones de grandes maestros es para una amplia nota en sí misma. Las obras en madera tallada en una sola pieza de Geraldo Teles de Oliveira, escultor autodidacta de Minas Gerais, o las de Antonio Juliao (columnas esculpidas en un único tronco con críticas sociales y ambientales); las esculturas en barro de Sil de Halagaos que retratan minuciosamente escenas de la vida cotidiana de pueblos del nordeste y numerosos juguetes como los barcos en madera de José Cícero. Verdaderos tesoros que sorprenden no solamente por su belleza sino por la diversidad de técnicas, materiales y formas. El más bello arco iris brasileño.

Artesanía & Comercio justo

Ahora que está de moda y muchos, vale decirlo, se suben al caballo de la peor manera como una acción de marketing más que por un verdadero accionar o convicción, Artesol –ONG con diez años de trayectoria en la generación de trabajo e ingresos a artesanos de las localidades más pobres de Brasil por medio de la revalorización del artesanato de tradición– sigue haciendo escuela. Esta vez suma a los cerca de 100 proyectos en 17 estados que sustenta, la inauguración del Pontao de Cultura ArteSol (R. Alves Guimaraes, 436 – Pinheiros) con galería y la sala multimedios Ruth Cardoso, en honor a su fundadora y propulsora, ex primera dama de Brasil, fallecida en junio pasado. Parte del Programa Cultura Viva, iniciativa de la Secretaría de Programas y Proyectos Culturales del Ministerio de Cultura, la idea es que la institución pudiese estar abierta al público, especialmente a los estudiantes que quieran adentrarse en estas cuestiones y también a los artesanos y a su troca de saberes. Para inaugurarla del modo impecable que hacen todo –catálogos, etiquetas y sobre todo los proyectos donde unen artesanos con diseñadores rescatando las técnicas y materiales más variados desde barro, pasando por frutos, fibra de la banana, madera– la organización a la cabeza de la antropóloga Helena Sampaio expone “Brasil, suas culturas e fazeres”, una muestra dividida en cuatro tipologías: embarcaciones, trenzados, tejidos e instrumentos musicales de 28 grupos de 10 estados brasileros. De nuevo una cátedra, ahora de puertas abiertas.

Pasado y presente

Se dan cita en el Museo Da Casa Brasileira, otro imperdible cuando se visita la ciudad. Por su acervo –mobiliario y objetos de los siglos XVII al XX– que ha incorporado recientemente varios iconos del design brasileño que ya se encuentran en exhibición, como la poltrona Mole (1957) de Sergio Rodrigues, la silla Paulistano (1957) de Paulo Mendes da Rocha, la silla Girafa (1987) de Lina Bo Bardi, Marcelo Ferraz e Marcelo Suzuki, el carrito de té Nômade (1993), de Claudia Moreira Salles, la poltrona Pelicano, de Michel Arnoult, entre otros.

Por su presente, plagado de muestras y eventos de actualidad como el Premio Design, “el Oscar del diseño brasileño”, como les gusta llamar al premio más importante que ostenta el país vecino y que reunió, en estos días, a un importante jurado (Ale-ssandro Câmara, Alfredo Farné, Anísio Campos, Anna Milliet, Carol Gay, Flávia Pagotti Silva, Giorgio Giorgi Jr., Ivo Pons, Luis Antônio Jorge, Marili Brandao, Oswaldo Mellone, Paulo Sergio Franzosi, Túlio Mariante y especialmente invitado de nuestro país por su reconocida trayectoria, Alejandro Sarmiento) para elegir lo mejor producido recientemente en las categorías mobiliario, utensilios, iluminación, textiles, electrodomésticos, construcción y transporte. Galardones que se darán a conocer en noviembre. Y por último, y no menos importante, por su ubicación y espacialidad. Un bello edificio neoclásico que ocupa un terrero de 15.000 m2 en el centro de la ciudad que resulta un oasis en la mole de cemento (sobre Av. Faira Lima 2705).

Plastic girls

Otro imperdible, el showroom de Melissa en el Jardins Paulista (Oscar Freire al 800), siempre es una fiesta para los sentidos. Y prueba fehaciente de que los brasileños nos llevan años luz en la unión industria y diseño, ya que en cada colección sorprenden con las alianzas con designers del mundo entero (para esta temporada Vivienne Westwood y Alexandre Herchcovitch, entre otros). Y por supuesto, la dupla estrella, los Hermanos Campana, que esta vez en conmemoración de los cuatro años de sociedad que llevan con la empresa crearon la línea Corallo, inspirada en la silla de su autoría diseñada en el 2004, que forma parte de la Colección Permanente de Diseño del Museo MOMA de Nueva York. Piezas ciento por ciento plásticas absolutamente fascinantes por su colorido y desenfado, que por otro lado, por el tema del cambio, es de las pocas propuestas de diseño que los argentinos podemos adquirir.

Punto neurálgico

Y lujo esencial que combina la elegancia francesa con lo mejor de la cultura local, en una localización privilegiada en el corazón del parque Ibirapuera (Rua Sena Madureira 1355), mayor área verde de la ciudad que alberga el conjunto arquitectónico diseñador por Oscar Niemeyer (donde se dan cita el predio de la bienal, el OCA y el Museo de Arte Moderno y donde está por inaugurarse un nuevo museo dedicado a la cultura brasilera) es lo que ofrece el Sofitel Sao Paulo. Un hotel donde una mesa estilo Luis XVI y sillones Luis XV conviven con los nuevos diseños de iconos de la haute couture francesa, encargados de los uniformes de los empleados como Jean-Charles de Castelbajac. Con una gastronomía en clave design, patente en la presentación de los platos ideados por un icono francés, el chef Patrick Ferry, y la ambientación de su restó P. Verger, espacio que tiene como punto de partida e inspiración la vida y obra del fotógrafo francés Pierre Verger, que adoptó a Bahía como su residencia fija en los años ’60 documentando escenas de la vida brasileña.

Casa 21: www.casa21.com.br. Galería Pontes: www.galeriapontes.com.br. Museu Da Casa Brasileira: www.mcb.sp.gov.br. Artesol: www.artesol.org.ar. Senac: www.sp.senac.br. Melissa: www.me lissa.com.br. Sofitel: www.sofitel.com.