Las jornadas argentinas de ingeniería estructural tuvieron este año un tinte distinto. Alberto Fainstein, presidente de la Comisión Organizadora, puso énfasis en la relación entre ingenieros estructurales y arquitectos. Ese perfil generó una diversidad de miradas y una presencia de arquitectos que normalmente no sucede. Las jornadas tomaron tres días en el Borges y giraron en torno de sesiones técnicas, conferencias especiales, paneles con obras, mesas redondas y el ya clásico concurso de modelos estructurales sometidos a ensayos en el laboratorio de la Facultad de Ingeniería de la UBA.

Entre los conferencistas especiales estuvieron Leighton Cochran, presidente de la Asociación Norteamericana de Ingeniería Eólica, que habló sobre aerodinámica arquitectónica haciendo énfasis en torres ahusadas, inclinadas y enroscadas. Enzo Siverio, del Instituto universitario de arquitectura de Venecia, habló sobre puentes y viaductos en el paisaje, explicando las razones de la forma. Hugo Corres Peiretti, proyectista de estructuras en equipo con grandes arquitectos como Rafael Moneo, Zaha Hadid, Jean Nouvel, Dominic Perrot, César Pelli y Roger Rogers, habló sobre ingeniería estructural en grandes obras de arquitectura.

En el concurso de modelos, que anualmente pide un puente, esta vez se dio como tema implantar uno peatonal en el Acceso a Tigre, a la altura de San Fernando. Los modelos fueron sometidos a un estudio de cargas a la rotura. Los ganadores fueron un grupo de estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Sur en Bahía Blanca, que desarrollaron un puente que resistió más que ninguno la presión ejercida en el laboratorio. Los miembros son Hernán Otto Kundt, Ariel Hernán Herman y Jesús González. El jurado estuvo compuesto desde la ingeniería por Rogelio Percivati y Enrique Sgrelli, y desde la arquitectura por Gerardo Caballero y Matías Gigli.