Una de las alegrías de este país es la cantidad de gente que colecciona, es decir, la cantidad de gente que dedica horas y amores a preservar, salvar, rescatar, significar, valorizar y cuidar todo tipo de objetos añejos, efímeros, lindos. La pasión del coleccionismo es una mezcla de ansia de posesión con corazón en llamas por salvar ciertas líneas de objetos. Y es también una manera de dar sentido a algún rinconcito del universo, en una estantería, en una saga, en una red.

Este jueves, en la Galería del Boulevard en el Tigre, podrá verse algo de esta alegría cuando abra la exposición “El cielo puede esperar”, que reúne juguetes con tema espacial de la Colección Sudalsky. Esta colección es una maravilla para cualquiera que no tenga un seco corazón. Daniel Sudalsky, que hasta logró dedicarse profesionalmente al anticuariado de juguetes, tiene armadas colecciones de chiches, una pasión peculiar por los de hojalata y un expertise real sobre los que se produjeron aquí y, sorpresa, en Uruguay (que sí, tuvo industria alguna vez). Entre el 15 y el 29 se podrá ver en la galería –Boulevar Sáenz Peña 1400, Tigre– una serie de juguetes producidos entre 1950 y 1970 curada por Daniela Pelegrinelli, compuesta básicamente de naves espaciales, satélites y ovnis. Informes en www.boulevardsaenzpena.com.ar.