Sábado, 24 de noviembre de 2012 | Hoy
Nuevas propuestas en cerámica y porcelana. Las mujercitas de Nana González y los animalitos de Lola Goldstein recrean la mesa y el alma.
Por Luján Cambariere
Nana González sorprendió y deleitó este año presentando en sociedad a sus bellas mujeres en el Salón Diario La Capital de Rosario. Bajo el nombre “Fairy tales little ladies” dio vida a una serie de sutiles mujercitas, personajes clásicos de cuentos como “Caperucita”, “La Bella Durmiente” y “Cenicienta”, por el ensamble de distintas piezas de porcelana (tacitas, platos, teteras, saleros) heredadas. Que en sus manos, ya pintadas y combinadas, dan cuenta de que su pasión es la ilustración.
González es licenciada en Bellas Artes en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Rosario y trabaja como ilustradora freelance desde hace varios años, especializándose en ilustración infantil. “Cuando empecé a estudiar, al mismo tiempo empecé a dar clases de pintura decorativa en el taller que compartimos durante más de quince años con mi mamá. Esto me permitió, además de pagarme los estudios, estar en constante contacto con un montón de materiales y personas. Un día, participando de la feria ArteBA con una pintura, me contactó una editora independiente de Buenos Aires, Editorial Kumquat. Así ilustré mi primer libro, uno de fábulas para niños. Desde ese día y hace ya nueve años me dedico, entre otras cosas, a la ilustración.”
Por ese camino, justamente, llegó a crear sus deliciosos utilitarios. “Siempre me sentí atraída por las piezas de porcelana y cerámica. De hecho, siempre les pedía a mi abuela y a mis tías si tenían alguna tacita o azucarerita en desuso y me las llevaba para atesorarlas. ¡Aún conservo cada pieza! Luego empecé a recorrer bazares en busca de pequeños bowls, saleros y tazas y cualquier pieza que me resultara atractiva. Un día me encontré apilando porcelana y me empecé a dar cuenta de que la vajilla cobraba vida. Así, pensé que tenía que encontrar alguna forma para que estos personajes que surgían apilando vajilla, quedaran definidos y fue así que aprendí a pintar sobre porcelana.”
¿Las mujeres? “La línea de pequeñas mujeres de cuentos nace porque soy una fanática de las fábulas y los cuentos de hadas. Entonces, me pareció interesante relacionar a las heroínas de cuentos clásicos con la vajilla, que es tan femenina. Desde chiquitas nos cuentan sobre estas mujeres en los cuentos, nos regalan ollitas, cocinitas, bebotes, muñecas. Ahí nos empieza a picar el bichito del ‘ama de casa’ que tanto tiene que ver con la vajilla también. Así que decidí dar origen a estos personajes de cuentos, nacidos del ensamble de distintas piezas de porcelana de uso cotidiano. La próxima serie de vajilla ensamblada y pintada se viene por el lado de las fábulas. Ahora estoy con un proyecto de intervención sobre platos Verbano. Platos decorados que compro en los bazares. Estos platos vienen ya pintados de manera industrial y yo los intervengo a través de la incorporación, en cada escena, de un lobo, con características bastante humanizadas, que lo único que quiere es hacerse amigo. También tengo una serie de juegos de té, el ‘woodland friends’, para tomar el té con los amigos del bosque.”
Hace dos meses arribaron a Tienda Malba tres nuevas piezas de la colección de cerámica utilitaria que la artista y diseñadora Lola Goldstein (con participación en varios museos de Brasil, Tokio y nueva York, entre otros) produce desde 2006, cuando enamoró con sus saleros y pimenteros.
Se trata de la tetera Elefante, el Señor-Tacita y la Lámpara Pajarito, los nuevos integrantes de una familia que empezó a crearse desde hace unos cuantos años en su taller de Burzaco. Como sucede con las otras piezas que genera Goldstein, la producción continúa siendo enteramente artesanal: se vuelcan los moldes y se unen las piezas de cerámica, que se esmaltan y se pintan a mano.
Sobre su modus operandi, Goldstein es clara: “Más que diseñar, yo diría que es algo así como un trato: a cambio del capricho de la forma, los objetos acceden a cumplir alguna función más o menos útil, y algunas veces mantienen la palabra”. Y agrega: “El proceso de diseño y producción es decididamente caótico, los diseños me acompañan en una libreta que viaja conmigo, papeles sueltos y hasta tickets o boletos de diverso tamaño. Durante mucho tiempo van mutando, intercambiando cualidades, pidiendo atributos, hasta que un día me encuentro con los prototipos cara a cara en la mesa del taller. Es curioso porque yo vengo del diseño gráfico, pero este trabajo tiene que ver mucho más con mi parte plástica y el encuentro con el material. Trabajo desde cero, pintando y retocando a mano”.
¿La cerámica como material? “Es maravillosamente mágica. Tiene todas las cualidades: es amigable, plástica, deja que la retoques, es un aliado ideal.”
Volviendo a sus nuevos personajes, la Tetera Elefante contiene medio litro y tiene un asa de alambre revestido en hilo, realizada a mano. Los SeñoresTacita o SeñoresFrasquito, aclara, sirven indistintamente para contener bebidas que, tapadas, conservan el calor por más tiempo o como frascos contenedores de diversos ingredientes. Y la Lámpara Pajarito puede posarse, o no, en su rama para variar ligeramente el ángulo de la luz proyectada.
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