Sábado, 1 de diciembre de 2012 | Hoy
La Arqadia de la SCA y Arqa, más Sumá USO! del Programa Sume Materiales de Sagrada Familia celebraron las ideas de los más jóvenes.
Por Luján Cambariere
En un país sin gran demanda de la industria, a los profesionales del diseño los concursos muchas veces les sirven para poner a prueba sus ideas, trabajar para un comitente o cliente en especial, y sobre todo difundir lo que hacen o desean. En plus, en el caso del organizado por la Fundación Sagrada Familia, colaborar con nuevas ideas para mejorar la vida de las personas con menos recursos materiales.
Organizado por la Sociedad Central de Arquitectos y ARQA (Comunidad Abierta de Arquitectura, Diseño y Construcción) con el fin principal de difundir y promocionar el trabajo de jóvenes arquitectos y diseñadores, se realizó la segunda edición de Arqadia. Es un programa cultural que incluye registro en Internet, exposición itinerante, catálogo y congreso de diseño, especialmente pensado para las nuevas realizaciones de arquitectos y diseñadores, en sus últimos cursos de formación universitaria o diez primeros años de experiencia.
“El programa aspira a paliar la brecha que existe entre los jóvenes profesionales que están empezando a ejercer y los canales habituales de difusión del diseño y arquitectura”, cuenta el director de la iniciativa arquitecto Alberto Gorbatt, por eso la mecánica empleada es muy simple. En la página web (www.arqadia.com.ar) los participantes suben sus propuestas de arquitectura, interiorismo, diseño industrial, gráfico, indumentaria y textil. Todas son evaluadas por un jurado de reconocidos profesionales –-Clorindo Testa, Enrique Longinotti, Martín Wolfson, Martín Churba, entre otros– y a la vez votados por la gente a través de la web.
Como prometieron, los seleccionados participaron en un congreso que se celebró en el marco del Festival Internacional de Diseño del CMD en octubre, además de ser expuestos los trabajos en el Museo de Arquitectura. ¿Algunos destaques de entre los veinte seleccionados en la categoría diseño industrial? El carrito de rulemanes para niños mayores de 8 años apodado Hammer, de Paulo Núñez. Fabricado en multilaminado, caños de acero y fibra de vidrio, busca que el chico pueda iniciar el avance del carrito sin la ayuda de otra persona de forma segura, haciendo el eje trasero más corto para permitir que el chico se pueda impulsar con las dos manos sin que choquen con el eje o se lastime con las ruedas. “Implementamos un sistema de frenos que detengan las ruedas y de esta manera evitar golpes o que frene bruscamente y al mismo tiempo generamos una zona de agarre para una mayor seguridad”, explica su autor. Otro rodado, en este caso del estudio de diseño VT, el VT Pampaluminic, un vehículo autopropulsado con un motor eléctrico de corriente continua ubicado en la rueda trasera, que traslada a una persona sin necesidad de realizar un esfuerzo físico. “El vehículo eléctrico combina funcionalidad y sencillez, con un mantenimiento simple. No genera contaminación acústica, al igual que una bicicleta común, y además la batería es reciclable, garantizando un desplazamiento limpio y ecológico con una autonomía que oscila entre los 40 y 60 Km, según el peso, tipo de terreno y velocidad. No requieren mantenimiento y su costo de utilización es casi nulo (0,002$/km)”, cuentan sus creadores Juan Francisco Tibaldi y Elian Vranicich.
Dentro de la amplia propuesta que hubo de mobiliario, seleccionaron, entre otros, el sillón apilable de Dolores Mensa, en multilaminado y ejes de acero, ideal, como su autora, propone para salas de conferencias. Y la DrippingChair, inspirada, según cuenta su diseñador, Sebastián Charras, en Jackson Pollock y realizada con silicona, alambre y caños de hierro. Además de las reposeras Pasto, articulación entre composición paisajística y equipamiento. “La idea es una cinta de terreno que se amolda a nuestras necesidades sin ceder a su esencia de naturaleza. Una propuesta de carácter compositivo y utilitario al momento de pensar el espacio verde de un proyecto, tanto público como privado, plasmado con materiales que le infieren durabilidad y estética”, describen sus autores, Sergio Cossani, Juan Martín Sosa Mantz, Fernando Parovina y Luis Torres.
Por último, dentro de las propuestas de objetos, vale mencionar al simpático Chan! Luz de Pablo Chalde, mascota de día y luz de noche. Una luminaria que viene para armar en MDF. Y las luminarias Laslegrand, reutilizando nada menos que rosarios plásticos, de Nacho Fabi, de las que ya dimos cuenta en este suplemento.
A finales de octubre se presentaron los ganadores del V Concurso de diseño social Sumá USO! 2012, certamen que ya hace unos años viene organizado Sume Materiales, el corralón social de materiales de la organización social Sagrada Familia –entidad que se ocupa de facilitar el acceso a una vivienda digna– de la mano de su diseñadora orquesta, Anita Wasserman.
Una vez más, Wasserman intentó sensibilizar a los profesionales de la disciplina con las necesidades de los que menos tienen para que esta vez pudieran realizar con pallets, un recurso disponible, nuevas configuraciones de mobiliario y todo tipo de objetos. Así convocaron a profesionales, estudiantes de diseño y arquitectura a presentar el diseño de un producto o mueble útil y novedoso para la vivienda. ¿La meta última? Promover el diseño como una herramienta para mejorar la calidad de vida de las familias de bajos ingresos, mediante la reutilización de materiales en desuso. Así, a través de esta iniciativa, Sume Materiales busca aumentar y enriquecer la calidad de su producción. Y ofrecer, en su corralón, productos con valor agregado. Sobre todo porque las personas que recurren a ellos, como tantas veces explicó Wasserman, no tienen necesariamente conocimiento de carpintería, herrería o el tiempo, y necesitan más allá de los materiales a bajo costo, muchas veces, el producto terminado.
En este caso, fueron diez los finalistas de entre los que el jurado compuesto por los diseñadores industriales Marco Sanguinetti, Anabella Rondina, Eduardo Simonetti, Pablo Bianchi, la propia Wasserman, el Arq. Roque Frangella (Sociedad Central de Arquitectos) y Ricardo Occhipinti eligió las propuestas ganadoras.
Así, esta vez, el primer premio fue para Muriel Clemenceau y Víctor Paulo Funes por su proyecto Silets, un futón hecho de pallets que oficia de cama y sillón. El segundo lugar fue para Tu Huerta en Casa, de Patricia Ernst y Malvina Bali. Un proyecto que busca promover el autoabastecimiento a través del cultivo de los propios alimentos. Y el tercero, para Junto, un sistema de guardado de Pía Casal y Evangelina Barsamian. La votación abierta por las redes sociales de la gente fue para la Pared Multiespacio, de Valeria y Julieta Munilla Jiménez y Victoria Zavala.
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