El arte de la caja
Manassero y Schalum, de Urban Stories, no tenían cómo guardar sus cosas con estilo y estética. La solución que encontraron a su problema es hoy una completa línea de cajas y contenedores creativos y bonitos, con marca y talleres propios.
Por Luján Cambariere
No son arquitectos, ni decoradores, y mucho menos, diseñadores industriales. Urban Stories, etiqueta especializada en la creación de cajas, surgió de una necesidad personal. Juan Pablo Schalum y Marcela Manassero, marido y mujer, no daban con una forma visualmente atractiva de guardar el sinfín de cosas que almacenaban en su departamento de dos ambientes. Con esa meta, la de mejorar la imagen de las cajas que conocían hasta entonces, hace cinco años empezaron con un emprendimiento que ya cuenta con local propio, provee a numerosos negocios del país y llegó al exterior. Hoy sus cajas se venden en Estados Unidos, Italia y Brasil.
“Lo primero que hicimos fue dar con papeles reciclados americanos e italianos y telas lisas que asemejaban la textura del lino. Todas las cajas que íbamos armando tenían la particularidad de ser muy resistentes y tener una manija o tirador de cuero”, cuenta Manassero. En el inicio, comenzaron a hacerlas ellos mismos, en aquel departamento de dos ambientes, en tres tamaños distintos. Ahora ya ostentan un taller de 200 metros cuadrados con maquinaria que traza el cartón, engancha y forra las distintas partes, operarios, 14 tamaños distintos y más de 47 motivos.
“El éxito de nuestras cajas pasa además de por su enorme funcionalidad como porta CD, fotos, carpetas, indumentaria, la resistencia dada por el cartón prensado de 2,5 milímetros de espesor y la técnica de armado que usamos, porque realmente visten los ambientes. Su colorido y terminación las convierte en un accesorio ideal para cualquier área de la casa”, señala Manassero. Así fabrican, además de una de sus marcas registradas de las cajas de cartón con manijas o tiradores de cuero, otras más desenfadadas como las de las líneas para chicos con tiradores en plástico o resina con formas varias o flores de gamuza, y la Mirna o Ulises, con dos simpáticos personajes con lengua de látex.
Además, hoy la etiqueta suma una línea de objetos de estructura de cuero con pespuntes a máquina o tiento cocido a mano (portarretratos, papeleros, portafolios, porta-tarjetas, pisapapeles, pins toma-notas, pads, revisteros, cuencos e individuales, entre otros) y accesorios de acero inoxidable como los percheros Hombre y Mujer.
“El objeto-caja tiene mucha connotación. Es uno de los sitios predilectos de guardado. Donde solemos clasificar cosas pero sobre todo donde las atesoramos, cuidamos y hasta las escondemos de los otros”, señala Manassero. “Su elección suele ser muy personal y guarda algo de mágico y especial, por eso, escuchamos atentos todos los pedidos y dejamos volar nuestra imaginación, hasta lo que una caja pueda dar.”
Viel 224, 4902-3078,
www.urbanstories.com.ar