No se puede negar que el actual gobierno porteño es creativo, sobre todo a la hora de explicar su incompetencia y su indiferencia por ciertos temas. Los vecinos de Barracas acaban de descubrir otro ejemplo, cuando volvieron a reclamar por su mástil de la plaza Colombia, justo enfrente de la bella iglesia de Santa Felicitas firmada por Bunge, nuestro primer arquitecto. En 2010 “repararon” la plaza y se llevaron las esculturas que ornaban el mástil de la plaza, unos buenos bronces firmados por Julio César Vergottini, supuestamente para restaurarlos. Pero resulta que las piezas ya están cumpliendo cuatro años tiradas al aire libre en los talleres de Monumentos y Obras de Arte, el corralón del parque Tres de Febrero donde va a parar el arte público porteño. El año pasado, los vecinos de Barracas recurrieron a la Defensoría del Pueblo porteña, que abrió una actuación que nunca fue respondida –la Defensoría ya no es creíble en temas patrimoniales, como lo era antes– por el Ejecutivo. Ahora, a los vecinos les contaron informalmente que las piezas no se restauran porque no hay presupuesto, lo que tal vez esconde una verdad todavía peor, que el MOA no tiene la capacidad técnica de restaurar este tipo de piezas. Como sea, en Barracas quieren recurrir a la Legislatura porteña para que se les devuelvan sus bronces y están juntando firmas para lograrlo. Quien quiera sumarse tiene que entrar a este larguísimo sitio: http://www.change.org/esAR/peti ciones/legislaturadelaciudaddebuenosairesrestitucióndelconjun toescultóricodelmástildelaplazacolombiaubicadaenelbarriodeba rracasquefuerarealizadoporelescultorjuliocesarvergottini.