El pasado martes, al cierre de esta edición, se cumplían veintiún años desde el día en que Página/12 publicó por primera vez este suplemento dedicado a las culturas y movimientos juveniles, y especialmente a sus expresiones artísticas. Lo hemos recordado años anteriores: Los Simpson no habían aparecido en la tevé local aún. Diego Maradona cumplía quince meses de suspensión por tenencia de estupefacientes y Messi cursaba preescolar. Massacre todavía se apellidaba Palestina, Babasónicos publicaba Pasto y Los Redondos su célebre “pirata oficial” En Directo. Ni Pixies ni Sonic Youth habían tocado en Argentina. No habíamos visto Kids ni Trainspotting, Star Wars era una trilogía sólida y Meg Ryan era “la novia de Estados Unidos” más que Megan Fox. Había sólo dos locales de comida rápida, y uno de ellos era el nacional y popular Pumper Nic. Salía el primer PCFútbol aunque no había Play 3, HD ni yogurt con ProBio 2 ni L. Casei. Pero estábamos los jóvenes. Y seguimos acá. Ahora otros, distintos, pero mantenemos en tapa a la juventud. Y al cumplir sus 21, el NO se reafirma en su mayoría de edad. No en su vejez, sino en su responsabilidades adultas: la de intentar ayudar a cada joven a construirse una cultura más macanuda, copada, piola, pulenta, zarpada, grossa o pilla y la de seguir siendo un refugio desde donde nos podamos preguntar, semana a semana, qué tiene para dar nuestra generación. Que estemos mayores no quiere decir que estemos viejos, pero tampoco que nos baste con la juventud.