Si hay algo que necesita este mundo globalizado a puro ruido, furia, saturación e histeria, es armonía. Y la presentación de Sven Helbig (dj, compositor, colaborador y productor de Pet Shop Boys) junto al Cuarteto Musiké Arte Sonoro el sábado pasado, en la primera edición del ciclo Yellow Lounge, realmente generó burbujas de silencio en el desierto de los ruidos urbanos. Su presentación cerró y abrió, de algún modo, el espacio ubicado en Sánchez de Bustamante y Bartolomé Mitre, que será restaurado para ser usado como Centro de Arte Experimental de la Unsam.

La armoniosa música de Helbig se potenció con la participación de la vj Lara Arellano, que con sus calidoscópicas imágenes y la impecable puesta en espacio y diseño lumínico de Patricio Tejedor ayudaron a expandir la música en el espacio de esta ex fábrica. De esto se trata este nuevo formato llamado Yellow Lounge, cuya intención es romper las convenciones de los conciertos de músicas clásicas e integrar djs y música académica en espacios urbanos no convencionales, buscando unir las ramas del arte.

Detrás de este proyecto está la Universidad Nacional de San Martín y su discreto director Carlos Ruta, hombre proveniente de la poesía que parece conocer el camino a seguir; pero también un sello como Universal, que parece tener la intención de buscar nuevos espacios para nuevos compositores clásicos como el bueno de Sven, que entre tema y tema al principio hablaba en inglés y luego, a sugerencia de la organización, en alemán, acentuando la atmósfera evocativa de su música y contando que pronto iba a extrañar Buenos Aires. Si era sincero o no, la verdad es que poco importa: al ratito era su música la que se estaba haciendo extrañar.

Acompañado por el Cuarteto Musiké de Arte Sonoro (David Bellisomi en violín, Marcela Magin en viola, Carlos Nozzi en violonchelo y Daniela Salinas al piano, todos músicos locales impecables), la visita de Helbig (que también produjo a Rammstein y al salame de Snoop Dogg) tuvo algo de onírico. Y es que su preciosa música, editada acá por Universal (el disco Pocket Simphony) está en la intersección entre la música académica, el pop y la electrónica. No es casual que los Pet Shop Boys lo hayan convocado para meter orquestaciones en su ballet The Most Incredible Thing, basado en un cuento del genial Hans Christian Andersen (1808-1875).

Durante su actuación, a Helbig se lo veía manipulando su computadora y de hecho aparecía en los créditos de las invitaciones como dj. Y es que la estética y la armonía de sus breves piezas daban la sensación de estar en un cuento y fueron un ejemplo de su capacidad de síntesis: clásicas y modernas, breves sinfonías de bolsillo. Sí, pero su belleza invita a atesorarlas en el corazón.