”Si el rock no se compromete con la realidad, se convierte en un chingui-chingui descerebrado”, coinciden Rolando Barili y Rodolfo Graña, líderes de Movileros, la banda de power pop de Caballito cuya musa es la actualidad, y cuyos referentes son tanto Elvis Costello y Teenage Fanclub, como Guillermo Andino y Chiche Gelblung.

El show de Movileros funciona como un sólido panorama informativo, ya que sus composiciones aluden a famosos asaltados, declaraciones de ministros, o niños cuya necesidad de trasplante es sacudida como bandera por los noticieros. Y por su avidez informativa, colocan en el escenario un televisor clavado en Crónica TV, que a veces los lleva a distraerse del concierto: “Es que cuando aparece el cartelito de ‘último momento’, resulta inevitable colgarte a ver los principales titulares de lo que ocurrió en la Argentina y en el mundo”, se defiende Barili.

“El nombre del grupo –explica Graña– homenajea a los movileros, esos muchachos que hacen guardia durante horas bajo la lluvia, en la calle, esperando que aparezca un fulano y les diga dos palabras, de compromiso y con mal humor.” Y completa: “El rock tiene mucho que aprender de los movileros, como su espíritu sacrificado y cabeza dura, su facilidad para opinar de cualquier cosa y su baja autoestima”.

Una premisa movilera se advierte en su álbum Estamos acá, en el lugar de los hechos (2004), que revela cierta estrategia del grupo: la de no perderse evento rockero alguno. Así, ellos llevan su “móvil” –es decir, un escenario portátil, con puestito de venta de CDs– a la vereda de cada hito de la agenda rockera: shows importantes en Obras o el Luna Park, entregas de premios, fiestas privadas, clínicas de rehabilitación, o comisarías y juzgados (cuando rockeros famosos son detenidos o procesados).

Debido a que las noticias nuevas siempre dan lugar a canciones nuevas, el repertorio de Movileros es muy cambiante. Sin embargo, hay un tema que tocan siempre, y que funciona como declaración de principios; el notable En síntesis, que dice: “Yo no le canto a los ratis,/ salvo que sean noticia./ Le rezo a Santo Biasatti,/ el ángel de la primicia”.

* Cualquier semejanza con la realidad es un accidente que podría haberse evitado con algo de previsión por parte de las autoridades.