CUCHá, CUCHá › DISCOS PARA ESCUCHAR, DISCOS PARA QUEMAR, DISCOS PARA SCRATCHAR.
”Nosotros siempre tocamos, siempre tocamos. Desde acá dentro se hace lo que se puede.” Desde San Juan llega Nuestro valle, el disco debut de Mamá Perfecta y la Verdolaga, grupo que por formación (trompeta, trombón, bajo, batería y guitarra) podría ser otro exponente más de la reggae music “provinciana”. Pero no: como una buena Mamá Perfecta dispuesta a hacer de tripas corazón, esta banda aprovecha su posición marginal para experimentar con falta de prejuicios y buen humor, emancipándose ellos mismos de la esclavitud mental. Con buena o mala mota y con toda la buena suerte de los principiantes, Mamá Perfecta y La Verdolaga es un grupo rarísimo, una sorprendente “explosión en el valle”. Habrá que prestar atención a lo que salga de este valle encantado.
Desde San Fernando, el dúo Jackson Souvenirs ofrece en Pista cero un disco de instrumentales ambiental e intenso, donde se destacan delicadas piezas como Casita iglú feliz, Noche y nieve o Michael Porvenir, que sorprende por su calidad y su originalidad. Desde esta pista cero Javier Diz y Norman Mac Loughlin nos llevan de la mano en un viaje interior. Contactos en
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Con la clara intención de captar “la buena onda reinante”, Dulces Diablitos (septeto que apoya las voces de Virgin y de Diego) le dieron forma a Infierno en el Trópico, un disco de una banda con una cierta impronta a LFC, LAD o Los Pericos. El grupo suena ajustado y simpático, y aunque no sea demasiado original (hay compulsión, como en muchas otras bandas, a repetir clichés) el carisma del cantante y un buen trabajo grupal hacen que el disco se sostenga como un buen ejercicio de “jamaican style”, bailable y ochentoso.
S.R.U.