El black metal ha sido tradicionalmente uno de los artículos de exportación noruegos más importantes. Bandas como Satyricon, Red Harvest, Dimmu Borgir y Kovenant cuentan con un gran número de fans en todo el mundo, y la prensa especializada internacional los sitúa entre los mejores de su género... y los más extremos. En 1984, un grupo de enfermos se juntó para grabar un demo que saldría dos años más tarde bajo el nombre de Pure Fucking Armageddon. Estos tipos, influenciados por las letras satánicas de Venom, sin mucho talento y bastante mal producidos, crearon una banda llamada Mayhem, que luego se convertiría en leyenda debido a las actividades extramusicales de dos de sus miembros: el guitarrista Oystein “Euronymous” Aarseth y el cantante Pelle “Dead” Ohlin. Sólo una grabación de 1992 con Dead en la banda: Live in Leipzig. Poco tiempo después, el cantante se volaría la cabeza en su habitación por lo que sus compañeros decidieron editar Dawn of the Black Hearts (1995), un terrorífico disco en vivo cuya portada la ocupaba una foto de su amigo muerto con sus sesos esparcidos por la pared y el piso. Así fue como nació en Noruega el satanismo explícito, a tal punto que era practicado por los propios músicos. Pero la cuestión no pasaba por matar gallinas, ni por bailar como un demonio poseso. Los Mayhem se la tomaron en serio, quemaron iglesias y profanaron tumbas. Junto a ellos aparecieron otros coterráneos que experimentaron sensaciones similares, como Emperor y Burzum, cuyo bajista Kristian Varg Vikernes llegó a grabar con el grupo de Dead y, luego de ganar la confianza de sus miembros, asesinó al guitarrista Euronymous de veintitrés puñaladas. ¿Por qué? No podía soportar que su compañero de banda tuviera una reputación más diabólica que la suya. Pero cuando la policía allanó su casa para arrestarlo encontraron ciento cincuenta kilos de dinamita robada con la cual pensaba volar varias iglesias.