Metallic KO es un documento notable del último show de una banda en descomposición: como en un concierto anterior unos motoqueros habían molestado a Iggy, éste los desafió por radio a que se presentaran esa noche. Por supuesto que fueron y se pasaron todo el tiempo tirando hielo, latas y hasta botellas al escenario. En un momento, Iggy se burló porque le erraron con una lata de cerveza... ¡mala idea! Pero gracias a eso Metallic KO es el único disco en vivo en el que se escucha una botella partiéndose en mil pedazos. “¿No es una locura?”, pregunta retóricamente Ron Asheton. “Recuerdo que estaba parado cerca de Scott Thurston, el pianista, y pude ver en los haces de luz, como en cámara lenta, una botella de whisky barato. Grité y todos nos corrimos: la botella dio en el piano y nos bañó de whisky y de pequeños pedazos de vidrio. Además, la lata de cerveza no dio en Iggy como mucho por cinco centímetros. Si le hubiera pegado en la cabeza, se la habría partido al medio. Eran tiempos peligrosos... Encima, Iggy tenía la costumbre de cortarse el pecho con vidrio a propósito. Era aterrador.”