Existen un par de fotos de Iggy en el piso con el pecho cortado, sangrando, y Ron Asheton pisándolo, vestido con un uniforme nazi. “He tenido muchos problemas con eso, pero sólo soy un coleccionista”, se desmarca el guitarrista. “Me gusta la historia militar y como mi padre estuvo en los Marines durante la Segunda Guerra Mundial, juntos empezamos a coleccionar. El peleó contra los japoneses, así que coleccionábamos memorabilia japonesa; también alemana porque algunos de sus parientes habían peleado y muerto en Europa. Cuando yo era muy chico, veía esos uniformes en los documentales y me parecía que lucían muy bien. No tengo ninguna clase de simpatía por la causa nazi pasada, presente, ni futura. Simplemente me fascina esa historia sobre cómo alguien pudo hacer que un país se volviera tan loco. El único problema que tuve es que la Liga de Defensa Judía quería patearme el culo porque había usado ese uniforme. Entonces mis amigos judíos donaron dinero a mi nombre para que no me patearan el culo. Además, yo siempre trataba de mantener la esvástica tapada porque no quería ofender a nadie, pero Iggy rompió lo que la tapaba, así que se vio. Y fue hace mucho, en tiempos salvajes: ahora no se me ocurriría hacer eso.” En los conciertos de la gira de reunión de los Stooges, Asheton se viste con una campera camuflada como la que usaban los soldados norteamericanos en Vietnam, así que su obsesión por los uniformes continúa. Lo cual es bastante extraño si se escucha su música. “Es cierto”, concede él. “En cierto sentido, siempre he sido así. Soy bastante conservador, no consumo drogas, no me meto en peleas, no me enloquezco por emborracharme... Pero sí, mi música es caótica y creo que eso es parte de su atractivo. Es una especie de anarquía controlada.”