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Aun en plena crisis, el plantel de River es rico en delanteros: el hypeado pero estéril Bichi Fuertes, el probable nueve en Alemania 2006 Gordo Cavenaghi, el astro paraguayo Pipino Cuevas... Pero el único que juega siempre, en buen nivel y haciendo goles importantes es otro joven surgido de Quilmes, el “Chori” Alejandro Domínguez. Comenzó su carrera en el Quilmes Athletic Club, equipo experto en frustraciones deportivas de último momento y de mil finales perdidas (tanto que su desgracia mereció desde exorcismos hasta documentales para la TV internacional), sino que su paso por la Selección Juvenil –que ganó el Mundial aquí en la Argentina– se vio interrumpido por una fractura. Pero el Chori le escapó al destino, llegó a River y se ganó el puesto. Otro legítimo producto hecho en Quilmes.