Domingo, 5 de julio de 2015 | Hoy
INEVITABLES
Sergio Grey está ciego a todo lo que pasa a su alrededor: el de-samparo de su mejor amigo, la relación con su hermana y el cuidado de la niña. Estos vínculos conforman un universo familiar tal como el director John Cassavettes los presentaba: el maltrato a los más débiles nacido de la frustración, los hijos como testigos de la furia de sus padres, el deterioro psíquico de los personajes y una ansiedad generalizada por vivir. Estas relaciones, al igual que el rompecabezas de la historia, se encuentran partidas: todo ocurre en velocidad y a la vez. Es la mirada del espectador la que recorre la trama para, juntando los pedazos, construir esta historia. Luego de cuatro años de Un Hueco, la compañía que lleva el nombre de aquella obra presenta un nuevo espectáculo. Siempre con dirección de Juan Pablo Gómez y el trío de actores Alejandro Hener, Nahuel Cano y Patricio Aramburu. Esta vez se suman a la escena Anabella Bacigaluppo, la jovencísima actriz Luna Etchegaray, los bailarines Ezequiel Sánchez, Manon Cotte y el pianista Santiago Torricelli.
Jueves a las 21, en Timbre 4, México 3554. Entrada: $ 120.
Esta es una historia que narra la Tierra sobre los hombres que la habitan. Pero vistos desde cerca, de muy cerca. Se trata de una obra en donde la combinación de imagen, sonido, relato y actuación buscan potenciar la puesta en escena. La Tierra es personificada por una mujer cuyo cuerpo ha sido intervenido con diversos paisajes en miniatura: ciudades, campos, islas, desiertos. Del mismo modo que los hombres se ven interpelados por los paisajes, Zoom también puede pensarse como un viaje a través de distintos escenarios, de las personas que los habitan, de sus pensamientos y sentimientos, y de las resonancias que todo eso produce en el espectador. Actúa Claudia Mac Auliffe. Texto y dirección de Luz Lassizuk.
Sábados a las 22.30 en Elefante Club de Teatro, Guardia Vieja 4257. Entrada: $ 100.
No hay mucho más que se pueda decir de Sticky Fingers, tal vez el mejor disco de una banda llamada The Rolling Stones. Abriendo con la ya clásica “Brown Sugar” y cerrando con “Moonlight Mile”, no hay desperdicio en un disco que tiene cumbres como “Wild Horses”, “Sister Morphine” o “Dead Flowers”. Presentación de Mick Taylor como miembro estable de la banda, el álbum de la bragueta warholiana en portada forma parte de la época en que se consagraron como la banda de rock más grande del mundo, y eso que aún no se habían convertido en una fuerza corporativa, sino que apenas eran unos drogadictos fugitivos. Y a mucha honra. De Beggars Banquet (1968) a Exile on Main St. (1972), no hubo nada que los Stones hicieran mal, al menos musicalmente. Casi sin inéditos para agregar para esta reedición porque los incluyeron todos en la de Exile, segundo disco —la versión doble es la que tiene edición local— incluye un set de temas en vivo grabados en el Roundhouse, en 1971, y versiones alternativas varias, entre ellas “Can’t You Hear Me Knocking” sin su riff característico, un “Wild Horses” acústico y la gema del lote: “Brown Sugar”, con Eric Clapton como invitado. Hay una edición con un tercer CD, integrado por un concierto grabado en la Universidad de Leeds de la misma época, conocido por ser uno de los mejores piratas del grupo.
Nacido en Entre Ríos pero instalado desde muy joven en Buenos Aires, Sebastián Salvador se sumó al Nuevo Rock Argentino de los ’90 con su banda Electra, y luego supo cambiar de siglo al frente de Interama, con los que editó cinco discos. Sin dejar de volver a intentar con una banda —Mil Pájaros— comenzó un camino en solitario con el EP acústico Pastillas en el aire, y luego llegó su primer disco propiamente dicho, Como una niebla de cristales (2012). Para su sucesor, un sonido que honra su historia rocker esconde cierto folklore detrás, que honra nuevas búsquedas y también orígenes.
No pasó por los cines esta película protagonizada por el un poco devaluado Jude Law y dirigida por Kevin Macdonald, el autor de Un día en septiembre, y la notable El último rey de Escocia. El Capitán Robinson –un “recio” capitán escocés de submarino interpretado por Law– acaba de ser brutalmente descartado de una compañía de salvamento tras una década de servicio. Reúne entonces una tripulación de inadaptados, con un objetivo si no del todo noble al menos atractivo: emprender la búsqueda de un tesoro hundido en las profundidades del Mar Negro. Por supuesto y como corresponde al subgénero submarino, la claustrofobia gana cuerpo a medida que avanza la trama y de pronto la cosa se convierte en un apretujado e irrespirable todos contra todos. Scoot McNairy (Argo), Ben Mendelsohn (la gran revelación de la serie Bloodline) y David Threlfall son los que le ponen tensión al asunto, que debería haberse visto en cine pero no.
Un grupo de vaqueros poco civilizados de Nuevo México pone en marcha la aventura de sus vidas cuando su caballo de carreras con patas chuecas califica para el superclásico burrero, el Derby de Kentucky. La cosa está basada en la historia verdadera de Mine That Bird, leyenda cuadrúpeda que –con ese nombre exótico tan común entre los amantes de turf– es el auténtico protagonista (antes que los humanos que lo rodean, como el malogrado Skeet Ulrich, a quien algunos recuerdan por Scream y Mejor imposible); su accidentado viaje a Churchill Downs. No es Seabiscuit, no es Secretariat, no es Hidalgo, pero galopa.
¿Dónde estaba Ezequiel Acuña? Cuatro años después de Excursiones vuelve con otra sensible y auténtica exploración de lanaturaleza de la amistad, las pérdidas afectivas y el paso del tiempo. Una década después de la desaparición de su mejor amigo y compañero musical, Guille (Santiago Pedrero) recibe la propuesta para editar a través de un sello independiente el disco inédito de aquella banda que quedó trunca. Mientras reúne a lo que queda del grupo, Guille transita su camino solitario, acorralado por los recuerdos. La edición del disco podría ayudarlo a hacer las paces con el pasado, mientras que el encuentro algo fortuito con Luciana (una encantadora Ailín Salas) se convierte en su conexión más sólida con el presente. Un tipo de película que parece volverse cada vez más atípica en el cine argentino, filmada en el cada vez menos usual formato de 35mm; y que ahora se estrena comercialmente tras su paso por la competencia internacional del festival de Mar del Plata, y un par de proyecciones en Bafici.
Sábados 4, 11, 25 de julio y 1 de agosto a las 22, en el Malba (Av. Figueroa Alcorta 3415), varios horarios en Incaa Gaumont, Av. Rivadavia 1635) y otras salas.
Hace menos de dos años el último maestro de la animación nipona, el cofundador del estudio Ghibli, anunció que se retiraba del cine. De todo eso –y de su film de despedida, Se levanta el viento–, ya se habló en estas páginas; la buena nueva es esta oportunidad de revisar su obra previa en proyección en pantalla grande, apreciando sus hermosas imágenes en las que se despliegan el poder de los sueños. Se verán Nausicaa del valle del viento (1984); El castillo en el cielo (1986); Nicky la aprendiz de bruja (1989; también conocida como Kiki) y La princesa Mononoke (1997), además de las más conocidas El viaje de Chihiro, El increíble castillo vagabundo y Ponyo, la sirenita.
Sábados y domingos a las 15.30 y 18, en el Museo Nacional de Bellas Artes, Av. Figueroa Alcorta 2280.
En los más oscuros y sórdidos callejones de la Londres victoriana, un equipo liderado por el inspector Edmund Reid (Matthew MacFadyen) intenta detener al Terror mismo e identificar su origen. Quienes lo acompañan son el sargento de Reid, Bennet Drake (Jerome Flynn), un hombre duro, y el capitán Homer Jackson (Adam Rothenberg), un verdadero aficionado a pasar largas noches en el burdel de Long Susan, de donde salen algunas de las chicas que cada tanto se desangran acuchilladas por Jack el Destripador. Y es que de este personaje siniestro y misterioso cuya identidad nunca fue desculada se trata esta serie de la BBC, suerte de versión clásica y moderna de la leyenda para tiempos del boom del policial forense. Como ha señalado la crítica de su país, parte de lo que hace de Ripper Street un programa muy interesante no es lo que uno esperaría: “el concepto central es que el destripador ha desaparecido, y ahora la gente lucra con la leyenda, alimentada por la prensa”. Algo trillado pero irresistible, Watson.
Hoy a las 22 (repeticiones el miércoles a las 22), por Film & Arts.
Esta miniserie producida por History sobre los “padres de la patria” estadounidenses cuenta la historia de un grupo de “jóvenes rebeldes”. En el primer episodio, que se verá esta noche –con el título Juego peligroso–, Sam Adams, tras provocar accidentalmente la destrucción de la mansión del Gobernador Realen Boston, se une a John Hancock y juntos inician un negocio de contrabando. Las calles de Boston se entregan al caos, y tras el asesinato de un niño a manos de un defensor de los británicos, el conflicto pasa de una simple disputa por el dinero y los impuestos a la guerra por la libertad y la independencia.
Del domingo 5 de julio al martes 7 de julio, por History Channel.
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