Domingo, 30 de mayo de 2010 | Hoy
SALí
Por Daniela Pasik
Almacén de Lou: Todo lo que se puede hacer en papeles de colores y vender en una tienda virtual.
Libretas, cuadernos, blocks anillados, portapapeles, banderines de tela, adornos de origami y un mundo de fantasía en papel que se muestra en bytes pero se hace átomos al encargar por mail. Lou, “sólo Lou”, es las manos detrás de este proyecto. Como una Meg Ryan cualquiera, llegó a tener su almacén después de un “big bang sentimental”, cuenta. Lo que primero fue una “necesidad física de hacer cosas manuales para no pensar”, en menos de un año se convirtió en su trabajo cotidiano, lo que hace cada día con amor y alegría para ganarse la vida.
“Nada de ideas. Cualquier cosa, pero acción, porelamordedios. Bajar. Sublimar. Ahí empecé a tejer, hice un curso de origami, me compré la Singer, aprendí encuadernación... Mi educación sentimental todavía me atormenta, pero en compensación resulta que me empecé a dar maña para todo”, cuenta la almacenera más guapa y amorosa de la web.
El almacén de Lou no es una página de ventas, es mucho más. De verdad es un almacén. En principio, es un blog. Y, como tal, tiene una interacción con los lectores-clientes que hace que todo resulte como en un antiguo negocio en el que te conocen cuando vas y el vendedor te habla, te recomienda. ¡Hasta hay sorteos!
Los que compran, eligen online, pero van a buscarlo y pagan contra entrega. Para los que están fuera de Capital, se puede realizar transferencia o depósito bancario y por sólo $10 Lou hace el envío. Lou, además, responde personalmente todas las consultas y es cálidamente maniática en sus mails, agrega mucha info, pone reply cada vez, incluye foto-detalle.
Ideal para sentarse en la intimidad hogareña y navegar hasta encontrar el regalo perfecto que, como un héroe o heroína cualquiera de comedia romántica, se quiere dar o recibir un día de cita especial. Llegar, decir “te traje una cosita” y sacar un paquetito muy mono. Ver el brillo en los ojos del otro al encontrar algo único, hecho a mano, irrepetible, hermoso, elegido especialmente. Oh!
El Almacén de Lou queda en www.almacendelou.blogspot.com y está abierto siempre.
Studio Piñeiro: Peluquería con premios que cobra barato y se especializa en hacer cortes para todos.
Walter hace prácticamente todo lo que sea belleza capilar. En pleno centro porteño, en un local repleto de luz y espacio en donde antes supo estar una parte del Instituto Di Tella, ahora queda la peluquería que todo lo puede. Es el lugar al que van por igual oficinistas formales y chicas modernas, señoras paquetas y muchachos de barrio. Porque para todos, en el más amplio de los abanicos, los milagros de peinado, Walter los hace.
Walter Piñeiro vivió mucho tiempo en Europa y se trajo a Buenos Aires todas las tendencias. Ahora sólo quiere dejar contenta a la mayor cantidad de gente posible y, a su modo, lo logra. Porque sí, tiene premios ganados (Color Trophy 2009 de L’Oréal Professionnel, entre otros), estudios realizados (Hair Brasil, en San Pablo, el evento profesional de peluquería más importante de América latina, sólo por nombrar uno), pero sobre todo es poseedor de un don único del que pocos estilistas gozan: Walter te entiende, te escucha, te imagina y te propone algo.
Como si su objetivo fuera sacar el diamante del carbón de cada cliente, la peluquería más bonita de Buenos Aires se instala lejos de cualquier tilinguería de nicho. Un corte sale sólo $40. No suenan bandas raras por los parlantes. No hay teles que pasan videos. Hay calma, hay buena onda, hay risas, hay charla. Walter y sus secuaces (un entrenado y envidiable equipo) atienden con la misma dedicación a los desconocidos de siempre que al rockstar de turno. Es entrar con una porra y salir con el corte de tu vida.
Y a la hora de deslumbrar en la cita perfecta, si uno ya tiene en el bolsillo el regalo más lindo, es casi obligatorio llegar con el mejor look posible. Es el momento del clímax, la primera impresión. ¿O acaso alguien cree que el jopo perfecto de Hugh Grant está dejado al azar? ¿Es que aún algún pánfilo considera la posibilidad de que esos rulos perfectos de Julia Roberts sean simple efecto natural? No, no, señoras y señores. Hay que decirlo: todos los bellos tienen a su Walter detrás.
Studio Piñeiro queda en Viamonte 452 y está abierto todos los días de once de la mañana a ocho de la noche. Turnos: 4313-1108.
Oliva’s Resto & Bar: Platos para compartir en una vieja casona reciclada.
Si ya se llegó despampanante a la cita y se sorprendió a la media naranja con un hermoso regalo, hay que seguir en la misma línea. Ahora, lo que hace falta es un lugar para ir a cenar que esté a la altura de este romance. No puede ser cualquier lugar. Buscamos poca gente, luz cálida que sea bondadosa con cualquier imperfección, música amena y comida deliciosa. Además, necesitamos cierta originalidad y, también, un toque de elegancia, pero a la vez sentirnos como en casa. La comedia romántica debe continuar.
La noche en Oliva’s garantiza un momento plagado de detalles gratos y, así, se diferencia del grueso de la amplia oferta gastronómica de Palermo. Es una vieja casa reciclada, de decoración simple aunque refinada, a la que se llega fácilmente. Timbre y, después, en realidad es el restaurante de Sergio Winitzky, dueño, chef y anfitrión que te guía por la carta lo suficiente como para que te sientas especial pero no tanto como para que te aburras o necesites que se calle.
Todo está pensado como para sentir que no hay nadie más, que el mundo gira alrededor de tu amor. La música es ideal para acompañar, pero deja charlar y hay un pianista con buen repertorio. La distancia entre las mesas, con velas, garantiza intimidad. Desde los pancitos caseros saborizados hasta el postre, todo es una experiencia exquisita para el paladar.
La especialidad de la casa son los pescados, mariscos, pastas caseras y carnes. El chef combina ingredientes variados de la cocina porteña y la mediterránea. Como soñados para el romance, los platos se pueden compartir perfectamente. Una elección atinada podría ser, por ejemplo, crêpe de ciboulette de entrada y, como plato principal, las mollejas caramelizadas en nido de fideos de arroz frito o el ojo de bife con crocante de hierbas. Para cerrar, a la hora del postre no lo duden y despierten la pasión con el exuberante, excelente y provocador volcán de chocolate. Nunca falla.
Oliva’s Resto & Bar queda en Guatemala 5726 y está abierto de lunes a sábado de 8.30 al cierre. Reservas: 4772-9917.
Treffen: Barcito oscuro con recovecos, barra de tragos y todo tipo de cervezas.
Sí, es un típico bar del microcentro, de esos con mucha madera, Happy Hour y After Office, pero tiene algo más. Cómo explicarlo. Probemos poéticamente. Treffen, en alemán, significa “encuentro”. Y aunque tiene 2x1 y alberga todo tipo de oficinistas en determinado momento de la tarde en la semana, el bar propicia realmente el encuentro. Contra todos los pronósticos, la música siempre es buena y está a volumen aceptable, las mozas son súper amables, hay lugar para todos y la barra es completísima.
Ese primer beso que fue tan planeado y tiene ganas de llegar, probablemente necesita un poco de ayuda, el marco ideal. Si por alguna mala treta del destino y los nervios la pareja protagónica se quedara sin tema de conversación, anoten, acá un dato de color para comentar: Angel Bono, el dueño del lugar, es un coleccionista cervecero. Hay grandes posibilidades de encontrarlo por ahí, contando anécdotas, pero si no, sólo alcanza con mirar las paredes, la barra, el techo, todo. El bar es un museo con muestra permanente de todo lo relacionado con la cerveza en el mundo. Marcas, ediciones especiales, posavasos, publicidades, antigüedades, rarezas...
¿Qué pedir para tomar? Por supuesto, cerveza. O, en un rapto de originalidad, una opción deliciosa es el Manhattan, un trago que no preparan correctamente en cualquier bar porteño, pero que en la barra de Treffen deja satisfecho a cualquier bebedor exigente. Bourbon del bueno, Martini Rosso, un par de gotas de angostura y la cereza que, si uno quiere, puede cambiarla por una recomendable cáscara de naranja en twist.
¡Oh, corazón palpitante! Claro que las cosas van a ir bien. Entonces, llevados por la magia de la velada, va a ser importante tener cierto momento de intimidad para poder besar al otro sin llamar la atención. Bueno, sepan que el lugar es gigante, repleto de pasillos y escaleras, pero sigue teniendo la intimidad de un bar. No hace falta explicar más, ¿no? Música, beso, títulos, The End.
Treffen queda en Piedras 178 y está abierto de lunes a jueves de 12 a 1, viernes de 12 a 3 y sábados de 17 a 1.
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