“Neil Young no sólo canta sobre pintores, sino que también es uno de ellos”, se puede leer al comienzo de la nota con la que la revista Time informa la gran novedad: que en su nuevo libro de memorias, Special Deluxe: A Memoir of Life & Cars, las palabras tienen bonus track, y son preciosas acuarelas de automóviles antiguos, dibujadas por el rocker canadiense. Más de dos docenas de acuarelas que, dicho sea de paso, han sido reunidas y colgadas por la galería Robert Berman, en Los Angeles, para dar forma a la primera exposición del músico durante todo el mes de noviembre. Y que, además, una de ellas sirve de arte de tapa para Storytone, el más reciente LP de Young. “Empecé tomando fotografías, pero entonces me puse a pensar que las fotos en realidad no van a ninguna parte, sólo son fotos”, explicó en una entrevista al periódico LA Times respecto de su incursión por las artes pictóricas para plasmar su pasión por los coches.

Coches que sí han ido a sitios, que los han llevado a lugares y momentos en sus 69 años de vida. Como el fúnebre Pontiac negro modelo 1953 con el que se trasladó desde Toronto hasta Los Angeles en 1966, gesto que devino en la fundación de Buffalo Springfield con Stephen Stills y Richie Furay. Algo que jamás hubiera ocurrido si Stills –que ya había tocado con Young en Canadá y tenía intención de volver hacerlo– no lo hubiese visto manejando el distintivo automóvil por Sunset Boulevard en el carril opuesto. “Es el vehículo que me trajo hasta aquí”, señaló Young en la inauguración de una muestra que corre con ruedas de carbonilla y acuarelas muy bien infladas.