¡Recórcholis, Robin! ¡Santos lunáticos! Bruno Díaz sí que tenía algunos problemitas… Y no precisamente tener que lidiar con un clan de supervillanos pop empecinados en darle muerte en los 60 (con el genial Guasón de César Romero a la cabeza). Ni siquiera llevar ese traje con zunga reveladora y calzas grises al cuerpo. Oh, no: gracias a la flamante web de un megafanático canadiense, hoy es posible aseverar que el Batman de la era dorada (o sea, aquel interpretado por Adam West entre 1966 y 1968) habría padecido un ligero desorden obsesivo-compulsivo. O acaso fuera un gran desmemoriado, a juzgar por los fotogramas recolectados por el sitio Bat Labels. ¿De qué otra manera se explica la afición del hombre murciélago por etiquetar todos y cada uno de los artefactos que aparecían en el programa? Así lo evidencia Aaron Reynolds, usuario Tumblr y expreso fan del Dúo Dinámico, en un proyecto que comenzó el mes pasado y reúne diligentemente muchos de los absurdos carteles que acompañaban a la parafernalia del enmascarado. Desde el correspondiente “Televisor” ubicado encima de –claro- un televisor hasta el anuncio “escaleras de hielo” para, ejem, escaleras de hielo, nada esquiva su respectiva señalética: “Computadora anti-crimen”, “Bati-estante para investigaciones”, “Bati-salida de emergencia”, “Bati-laboratorio”, “Bati-restaurador tridimensional”, “Repelente de ballenas”, “Dispenser de agua”, “Teléfono para chismes”, etcétera. Sin embargo, no deja de tener razón la hipótesis del sitio AV Club que, no contento con el supuesto de la desmemoria o el trastorno de ansiedad, provee la propia: “Nunca subestimes el poder de la señalización humorística. Mel Brooks, los Simpson y los Looney Tunes no lo hicieron. Los responsables del Batman de los 60 evidentemente tampoco; y sigilosamente estaban creando una comedia bajo la apariencia de show serio de superhéroes”. Después de todo, imaginar al playboy Díaz dedicado a pegar etiquetas puede también generar una carcajada. Por pequeña que sea.