“Si estás buscando ciudades miniatura, flores de cristal, libros encuadernados con piel humana, iglesias construidas con huesos o casas fabricadas ciento por ciento en papel, estás en el lugar correcto”, saluda el sitio Atlas Obscura, autodefinida “guía definitiva de las maravillas del mundo y los lugares curiosos”. Guía que recientemente confeccionó un listado visual con los parques de diversión temáticos más desconcertantes del globo. Y ciertamente más interesantes que los predecibles Disneyworld o Universal Studios… Entre los que destacan Sanrio Puroland, en Japón, totalmente dedicado a la inquietante Hello Kitty (¿es o no es un gato?) y sus amigos; la otrora planta nuclear Wunderland Kalkar, en Alemania, donde –por caso– puede disfrutarse de montar sillas voladoras al interior de lo que solía ser un reactor; el parque acuático Sui Tiên, en Vietman, que además de agua, incluye leyendas budistas y enormes figurines del folklore local. Oh, y 1500 cocodrilos vivos.

Empero, acaso las frutillas de la torta sean: BonBon Land, creado por un empresario danés en Holmegaard para publicitar su marca de dulces a través de personajes animalados… que vomitan, defecan, expulsan flatulencias (el juego “The Farting Dog Switchback”, sin más, es la gran sensación); y Crystal Worlds, en Wattens, Austria, creado por la firma Swarovski para homenajear a sus cristales a través de torres de diseño de 14 metros de altura (que pueden escalarse) o laberintos en símil material… Por cierto, Argentina tiene presencia en el listado por partida doble: con la República de los Niños, en La Plata, amén de sus construcciones a escala de purretes de 10 años, inspirados –entre otros– en el Parlamento inglés, el Palacio Ducal veneciano, el Taj Mahal; y, como no podía ser de otro modo, con Tierra Santa, ubicado en Capital, donde un gigantesco Cristo mecánico resucita a cada hora y, como advierte la web oficial, “la calesita temática El Arca Giratoria, el Taller de Galilea y la Carpintería de José, son opciones ideales para los más chicos”. Freakismo del bueno, made in Argentina.