Si la venganza es el placer de los dioses, también será el de las villanas más tremendas de la historia de los dibujos animados gracias al talento (y, por qué no, revanchismo) del ilustrador norteamericano Justin Turrentine. En su nueva serie, este integrante de la comunidad virtual de artistas DeviantArt les ofreció a algunas de las grandes damas del mal –-que Disney regaló a lo largo de su filmografía– un futuro más brillante.

Bajo el nombre Happy Endings, las obras del muchacho de 22 años vuelven sobre clásicos como 101 Dálmatas, La Sirenita, Blancanieves, La Bella Durmiente o La Cenicienta e instala otro tipo de finales felices; el tipo que entristecería a cualquier heroína. Desde Ursula comiéndose a todos los amigos de Ariel (digamos que Sebastián y Flounder ya no cantan bajo del mar) hasta una Cruella de Ville luciendo su mentado abrigo de perro, las imágenes dan un vuelco al imaginario infantil.

Impresionables (a que el mal triunfe), abstenerse. Los demás, a deleitarse con una Reina Malvada que pudo pasar la manzana envenenada por buena y volverse la mujer más bella del reino o con Maléfica y su atino al convertir a las hadas Flora, Fauna y Primavera en gárgolas de piedra.