Al norteamericano Keith Hinds se lo puede llamar de muchas maneras pero, después de conocer su última acción delictiva, nadie le negará el mote de ladrón dedicado. Dedicado a los atracos, como aquel que protagonizó la semana pasada, en West Hartford, Connecticut, cuando el maleante de 45 años robó un auto usado que se utilizaba para entregar comida china. Y no se detuvo allí...

Tras ser despojado de su herramienta de trabajo, el delivery boy llamó al local oriental para el que trabaja e informó sobre el siniestro. Inmediatamente, los dueños alertaron a la policía. Y la policía salió al acecho. ¿En qué situación encontró a Keith? Haciendo él mismo entrega de los pedidos que habían quedado en el coche. ¿Un gesto de buen samaritano? Difícilmente: el cuarentón vio en las cajitas sin otorgar la oportunidad de hacerse de unos pesos extra. Mal que le pesara hacerlo trabajando.

Una vez arrestado, el hombre fue acusado de robo y posesión de marihuana y parafernalia de drogas, más otros cargos que no han sido informados. Hasta esta semana, se desconocía si estaba siendo representado por un abogado. Sí trascendió el monto de su fianza: cinco mil dólares. Por ahora, no la pudo pagar.