Las visiones oníricas y cósmicas que H. P. Lovecraft supo alucinar han calado tan profundo en ciertas esferas que la ciencia no ha podido menos que hacerse eco de sus criaturas desconocidas y secretas y, de cara al hallazgo de dos nuevas especies de microbios, ha decidido homenajear al escritor bautizándolas en honor a la mitología lovecraftiana.

Así, en un estudio publicado en la revista PLoS ONE, el investigador Erick James, de la Universidad British Columbia, de Canadá, informó el descubrimiento de unos organismos unicelulares –pertenecientes al universo de las protistas– que viven en los intestinos de las termitas y, por su aspecto extraño y evocativo, les dio por nombre Cthulhu (macrofasciculumque) y Cthylla (microfasciculumque), seres del universo de dioses y leyendas del escritor. Aunque, en honor a la exactitud, Cthylla, hija secreta de Cthulhu, fue inventada décadas más tarde por el autor británico de terror Brian Lumley...

“La primera vez que los vi bajo el microscopio tenían un singular movimiento, casi como el de un pulpo nadando”, aseguró James sobre el parecido que disparó el nombramiento. A saber: Cthulhu era descripto como un ser monstruoso de consistencia gelatinosa, color verduzco, cuerpo elástico, mezcla de calamar gigante y dragón.

Más allá del guiño literario, el científico resalta la importancia de estos microbios –que, valga la aclaración, ayudan a que las termitas digieran la madera–: “La gran diversidad de protistas es un mundo totalmente inexplorado, que nos puede decir mucho acerca de la evolución de los organismos”.

No es la primera vez que la ficción se cruza con el homenaje y los microseres de la vida real. El escarabajo Agathidium vaderi, por ejemplo, fue bautizado como tributo a Darth Vader de La Guerra de las Galaxias; la araña Draculoides bramstokeri, en referencia a Bram Stoker y su vampiro, y la avispa Goetheana shakespearei, por, claro, la dupla de gigantes Goethe y Shakespeare.