La variedad de la fauna online sigue ampliando sus especímenes y, en esta oportunidad, a una pobre tortuga le ha tocado ser protagonista de una de las extrañas noticias de los últimos días. Ocurrió el pasado 29 de julio en el Aeropuerto Internacional de Cantón Baiyun, en Guangdong, China, donde un hombre quiso viajar con su adorada mascota y no tuvo mejor idea que disfrazarla... de hamburguesa. Lamentablemente, los esfuerzos por camuflar al lento quelonio no rindieron los esperados frutos y, tras pasar su equipaje de mano por los rayos X, los operarios de seguridad notaron que al aparente bocadillo de Kentucky Fried Chicken (KFC) le sobraban unas “protuberancias raras”.

Entonces, el joven Li, que intentaba pasar la prueba rápidamente para abordar el vuelo China Southern Airlines 345 hacia Beijing, fue separado por agentes aeroportuarios, que le pidieron inspeccionar su bolso. “No hay ninguna tortuga allí, sólo una hamburguesa”, fue su defensa, que no convenció a nadie. La famosa hamburguesa fue chequeada, y las autoridades descubrieron que una paciente tortuga se movía entre dos panes.

Tras explicársele que no podía subir con animales de contrabando, el joven aseguró que su única intención era viajar con un ser querido, y accedió a dejar al bicho con el amigo que lo había ido a despedir. Para las próximas millas, quizá deba cambiar su objeto de cariño: con un camaleón, se supone, tendría mejor suerte.