A saber: ni el mundillo comic de patadas karateca y espíritu sci-fi está libre de culebrones. El último dramón viral lo protagonizó DC Comics los últimos días, cuando los líderes del equipo creativo detrás de las tiras de Batwoman, JH Williams y W. Haden Blackman, dieron un sentido portazo y renunciaron para siempre a la empresa. ¿Los motivos? “Diferencias editoriales.” O, en términos campechanos, un enojo tremendo al negarse sus editores a publicar el casamiento que tenían planeado entre Kathy Kane (alter ego de la heroína) y su prometida Maggie Sawyer. Son —se entiende— dos chicas.

Aunque DC Comics dio sus razones (“Los miembros de la Batifamilia jamás tendrán vidas felices”), hay quienes sospechan que la decisión de interrumpir las nupcias podría ser discriminatoria. Así y todo, la firma no pierde la compostura: “Las diferencias de la editorial con los escritores de Batwoman no tienen nada que ver con la orientación sexual del personaje”, repitió la empresa y, acto seguido, reemplazó a sendos renunciantes por Marc Andreyko, un guionista abiertamente gay de 26 años. Mientras, Dan DiDio, cabeza de la firma, continúa asegurando que apoyan a su personaje un ciento por ciento. Aunque, de cara a los hechos, apoyo no implica fiesta, vestido blanco, carnaval carioca ni papel picado. Una amargura.