“Voy a pelear la revolución desde adentro”, ha prometido el mítico tocador de maracas, bailarín con marca personal y eterna mascota de la banda madchesteriana Happy Mondays, señor Mark “Bez” Berry. Y habla en serio: dispuesto a darle un respiro a su carrera artística (que, además de los laureles musicales y el honorario título de leyenda indie, incluye haber ganado el Gran Hermano Celebridades en 2005), el hombre ha decidido volcarse a la vida política y ser candidato independiente en las elecciones del año próximo. El objetivo: ser miembro parlamentario por Salford y Eccles.

Así lo anunció estos últimos días a los medios británicos que, sorprendidos, replican las variopintas propuestas del novísimo político de 49 años. Las más urgentes, al parecer, son las permacultura (sí, a Bez lo preocupa/ocupa el tópico de la sustentabilidad), la guerra y los bancos. “Votarme es como protestar contra el estado de las cosas que ocurren en el mundo en este momento”, declaró quien busca desguazar el sistema bancario actual, poner fin al belicismo y promover el cuerpo sano en “estado alcalino”.

Yippee-ippee-ey-ey-ay-yey-yey por el rey de la fiesta interminable, cuya intención es “esparcir amor y conciencia social”. Y, al parecer, la sinceridad más plena: “Todavía salgo de fiesta y uso drogas recreacionales, pero eso no me hace mala persona. Soy lo suficientemente honesto para decirlo; no tengo ningún muerto en el placard. No curto maldad”. Y en la misma entrevista en Mirror, agregó: “Ni siquiera he votado en toda mi vida, porque nunca creí en nadie. Hasta ahora, no ha habido nadie para la gente”. Si llega a los corredores del poder —dice— comenzará la revolución. Pero tampoco le importa tanto; al fin y al cabo, “no se trata de ganar sino de dar pelea”. Un verdadero héroe popular. O musical. O lo que sea.