TELEVISIóN > DESEMBARCó EN TELEVISIóN ABIERTA EL SUPEREXITOSO K-DRAMA CON ESCALERA AL CIELO EN TELEFé
› Por Ariel Alvarez
Cuando se supo la noticia los fans hicieron explotar las redes sociales. Por primera vez un canal de televisión abierta iba a trasmitir una telenovela coreana. El miércoles pasado Telefé puso al aire Escalera al cielo, una de las tiras más exitosas del llamado K-drama (drama coreano), un fenómeno mundial que desde hace años cuenta con millones de fervorosos adeptos.
Era algo de esperar: en estos momentos, además de Brasil y Turquía, la otra Meca del mundo de las telenovelas es Corea del Sur. Y los fanáticos estaban ansiosos después de que el año pasado el canal de cable Magazine trasmitiera y con mucho éxito la novela El jardín secreto (2011). Era el paso lógico a seguir en este camino de adoración por la “tira de cultura exótica” que transitan las pantallas locales más importantes. La ansiedad era mucha porque el boom del drama oriental tardó bastante en llegar al país.
De hecho, Escalera al cielo fue estrenada en Corea en el año 2003 y llegó a tener atrapado al 40% del público. Esta serie de 20 capítulos (que es la duración estándar de este tipo de producciones), cuenta la historia de amor entre Jung Suh, un joven pianista heredero de una enorme cadena de tiendas y su amiga de la infancia Song Joo, la hija de un famoso arquitecto. Ambos están unidos por la tragedia: el joven perdió a su padre en un accidente y la madre de la muchacha murió de cáncer (sí, todo empieza así de terrible y así seguirá, con incesto, más cancer, accidentes, donaciones de órganos, perversidad).La cosa no hace más que empeorar cuando el padre de Song Joo, se casa con Tae MiRah, un famosa actriz que lleva a vivir con ellos a sus dos hijos: la violenta Yoo Ri, y el traumado Tae Hwa, ambos criados hasta ese momento por un padre borracho y golpeador.
Y es aquí donde el infierno (literal) comienza para Song Joo. Su madre y su hermanastra son tan malvadas que hacen que las villanas de los cuentos de hadas parezcan tiernas colegialas. Ambas son las encargadas de arruinar la vida de nuestra heroína desde su adolescencia. Y nada les parece poco: los malos son descabelladamente malos y los buenos, demasiado buenos y candorosos. Ésta es una de las características del K-drama: la exageración del melodrama y sus estereotipos hasta niveles absurdos.
El público de la novela latinoamericana esta, quizá, algo acostumbrado a determinado tipo de tragedias en los culebrones como por ejemplo que la protagonista sea ciega, o tenga amnesia o padezca alguna enfermedad incurable o esté en silla de ruedas por causa de un accidente terrible (recordemos a la viral “¡maldita lisiada!” de María la del barrio) o por maldad de la antagonista. Estos elementos con frecuencia aparecen todos juntos y superpuestos en una novela de K-drama (o “dorama coreano” en otra acepción). Y este su sello particular: la heroína (generalmente) sufre hasta lo indecible en pos del amor que no siempre (o casi nunca: aquí no corre el final feliz) llega a buen puerto. Pero lo importante es haber amado alguna vez en la vida aunque más no sea.
Esta característica está presente independientemente de la temática que maneje la tira. Los K-dramas se dividen en dos grandes grupos. Por un lado están los históricos llamados “Sageuk”. El más exitoso a nivel mundial de este estilo fue Una joya en el palacio, también emitida en Corea en 2003, y que fue un éxito gigante en más de 87 países, incluyendo alguno de los estados islámicos en donde alcanzó picos de 80 puntos de rating. Esta serie épica narra el tremendo sufrimiento de una niña huérfana que ingresa a palacio como aprendiz de cocinera y llega a ser la primer mujer designada como médico de cabecera del rey.
La otra gran parte de los dramas coreanos son los contemporáneos y los hay de todo tipo: drama adolescente, comedia, de suspenso, familiar, fantasía, médico y de romance como es el caso de Escalera al cielo. Los de romance son los más exitosos. Y en casi todos se deja de lado cualquier referencia a la sexualidad y se exageran los sucesos dramáticos o violentos, cosa que mantiene enganchado al público, (que gusta de sufrir, parece). Este recurso característico se llama “makjang”: los acontecimientos y las emociones de los personajes son llevados a un límite que los aleja del realismo y sus reacciones son extremas o improbables y muchas veces rozan el ridículo. Por ejemplo en Tentación de esposa (2008) un drama poblado de traición, adulterio y maldades varias, la protagonista cambia su identidad para poder vengarse. Para lograr una apariencia diferente… solo se dibujó un lunar en la cara. Nadie la reconoció, por supuesto. En fin. A juzgar por la tremenda aceptación que tienen estas telenovelas en todo el mundo, este recurso le encanta al público. En el caso de los dramas románticos, además, las características generales de los personajes principales también son un factor importante en la popularidad: los protagonistas masculinos siempre son idealistas, inteligentes y están preparados para amar a una mujer “para toda la vida” y las heroínas se sacrifican por la felicidad de los demás mientras lo soportan todo. Y vaya si las soportan. En el primer capítulo de Escalera al cielo la joven Song Joo se queda con el record mundial a la mayor cantidad de cachetazos recibidos por una heroína en un solo episodio: más de diez.
El fenómeno de los K-drama comenzó a finales de la década del 90, cuando estas producciones fueron importadas a Japón y China. Y de allí al mundo: Europa, y casi toda Latinoamérica en donde compiten de igual a igual con otros grandes productores de telenovelas como México, Brasil y Venezuela; a Estados Unidos también llegan, a través de la cadena Mundo Fox. En todas partes el éxito es rotundo. Fueron estas tiras las que abrieron la puerta del mundo a la llamada Hallyu (“La Ola Coreana”) que también se caracteriza por exportar grupos de K-Pop (pop coreano), bandas de chicos o de chicas que son la otra gran rama de esta invasión.
Muchas de las veces las dos van de la mano ya que los integrante de las bandas suelen ser los protagonistas de las telenovelas, lo que genera que sea un fenómeno en su mayoría consumido por los más jóvenes: clubes de fans, miles de sites de todo tipo dedicadas a las series y la difusión de muchas de ellas gratis por internet: de hecho, Escalera al cielo puede verse completa por Youtube desde hace bastante tiempo, incluso subtitulada.
Escalera al cielo arrancó muy bien, igualó en rating a La Leona, la otra apuesta fuerte de Telefé y está cerca de los grandes éxitos de esa emisora que, son las novelas turcas (encabezadas por por “¿Qué culpa tiene Fatmagül?”). También otros títulos mundialmente exitosos como Eres Hermosa, la ya emitida por tv Jardín secreto, o Está bien, eso es amor, entre muchos otros, están disponibles en Netflix. Es cuestión de esperar para ver cómo recibe el público argentino a estas fábricas de lágrimas que están dominando al mundo entero.
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