HALLAZGOS > LA TERCERA TRILOGíA DE STAR WARS EN COMIC Y NOVELA
Luke Skywalker casándose con la asesina a sueldo del Emperador y Chewbacca sacrificando su vida para salvar a los hijos de Han Solo y la Princesa Leia: ésos son los dos momentos más importantes de la tercera trilogía de Star Wars que (por ahora) George Lucas decidió no filmar.
› Por Fernando García
“George Lucas nos habló de hacer los episodios 7, 8 y 9. Mientras estábamos en el desierto, entre toma y toma, yo le pregunté: ‘¿Por qué empezamos por el medio, no te parece una locura?’ ‘Porque es la parte más comercial de toda la saga’, me contestó.” Corrían los primeros días de septiembre de 2004 y Mark Hammill, el rostro tras Luke Skywalker, daba cátedra frente a millones de fanáticos norteamericanos en la gira de promoción de la recién horneada edición en DVD de la trilogía original. Ocho meses después, con La venganza de los Sith reventando las boleterías de todo el mundo, hasta los más fanáticos parecen haber aceptado que esos tres últimos capítulos jamás llegarán a filmarse. Lo cual no implica que no puedan leerse.
Dentro y fuera de LucasFilms el orden es muy estricto. El universo ficticio de Star Wars se divide en dos: canónico y expandido. El primero se refiere a los personajes y situaciones establecidas en los seis films, la serie de dibujos animados Clone Wars y, por más que a Lucas le pese, el especial televisivo de Navidad de 1978, encargado de introducir al cazarrecompensas Boba Fett y a la familia de Chewbacca. Por su parte, el expandido aglutina los eventos y las criaturas surgidos en infinidad de comics, novelas y juegos de rol, todos (por supuesto) supervisados por la empresa nodriza.
Desde aquel lejano 1980 en que se estrenara El Imperio contraataca, la leyenda estipula que el propio Lucas delimitó las pautas argumentales para la trilogía final, tentativamente tituladas The Fallen Hero, The Republic in Crisis y Victory of the Force. De esta Biblia reescrita hasta el cansancio (varias versiones pueden leerse en Internet) surgió, como parte del combo comercial apoyado en el lanzamiento del Episodio I (1999), “el final más esperado –según la gacetilla de prensa– en una novedosa innovación narrativa”. En realidad, se trataba de complementar una historieta y una novela para extirpar de los bolsillos de los seguidores un buen puñado de dólares, al mismo tiempo que se revelaban los ejes dramáticos oficiales del gran final: el casamiento de Luke Skywalker y la muerte de Chewbacca.
La boda del hijo de Darth Vader ocupó el comic Star Wars: Union, miniserie de cuatro entregas serializada entre noviembre de 1999 y febrero de 2000, guionada por Michael A. Stackpole (autor de varias novelas del universo expandido) e ilustrada por Robert Teranishi. “Cuando Luke Skywalker, el nuevo gran héroe de la República y único Maestro Jedi decide desposar a Mara Jade, la mujer que supo ser la asesina personal del Emperador, pueden estar seguros que tanto miembros del Imperio como de la Nueva República intentarán detener la ceremonia ¡a cualquier precio!”, adelantaba el comunicado de prensa emitido por la editorial Dark Horse.
Ambientada dos décadas después de El regreso del Jedi, la historieta utilizaba varias de las adiciones que la larga lista de novelas fue incorporando al repertorio Star Wars nunca visto en la pantalla, como ser Jaina Solo, Anakin Solo y Jacen Solo, los hijos de Han Solo y la Princesa Leia que Luke Skywalker entrenaba en la Academia Jedi, al tiempo que sentaba las bases para el nacimiento de Ben Skywalker, primogénito de Luke y Mara Jade.
Esta es, justamente, la nueva camada de héroes que cobró mayor protagonismo en Vector Prime, la novela de R. A. Salvatore que Random House publicó el 5 de octubre de 1999. En este primer tomo de la autodenominada The New Jedi Order Series, “mientras los Jedi y la República entran en luchas internas, una nueva amenaza sale a la luz, inadvertida, más allá del límite de la galaxia. Un enemigo venido del espacio exterior, portando armas y tecnología completamente desconocidas para los mejores científicos de la República. Repentinamente, Luke, Mara, Leia, Han Solo y Chewbacca, junto con los niños Solo, se ven envueltos en la batalla para defender esa libertad por la cual ha muerto tanta gente.Pero en esta ocasión, todo su coraje, sacrificio y hasta incluso la energía de la Fuerza pueden no ser suficientes”.
En el reparto de roles que propuso Salvatore y aprobó Lucas en persona, a Chewbacca le tocó la parte del sacrificio, inmolándose para resguardar las vidas de los hijos de Han Solo. Conscientes de la trascendencia de la historia, LucasBooks promocionó Vector Prime con una campaña televisiva (la primera para una novela de Star Wars), narrada por Mark Hammill y emitida por la señal de cable Sci-Fi Channel. Y como no dan puntada sin hilo, los honores funerarios al wookie amigo fueron rendidos en Star Wars: Chewbacca, comic en cuatro entregas mensuales distribuidas entre enero y abril de 2000.
Tras La venganza de los Sith y la (aparentemente) firme decisión de cerrar la producción cinematográfica para abrirle paso a la avanzada televisiva, la tercera trilogía de Star Wars ha quedado reflejada para la posteridad en estas dos aventuras impresas, muy resistidos por los fanáticos pero que siguen agotando ediciones en todos los idiomas conocidos. “Los episodios 7, 8 y 9 no van a ser filmados, aunque sigamos desarrollando esas criaturas asombrosas, sus nuevos grandes villanos y sus planetas sorprendentes sólo como muñecos articulados y juguetes de colección. Vamos a prepararles una gran gala de presentación, con alfombra roja y todo para que nuestros productos puedan ser entrevistados por los periodistas de espectáculos”, declaró George Lucas. “Ya tengo al departamento de efectos especiales trabajando en la alfombra roja digital.”
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