Dom 15.06.2008
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CINE > LAS PELíCULAS MAOíSTAS DE GODARD

Fiebre amarilla

Un ciclo que presenta las películas que Jean-Luc Godard filmó entre 1968 y 1974, cuando se retiró del cine burgués, puso su cámara al servicio de la revolución y hasta abandonó su nombre, trabajando bajo el ala del Grupo Dziga Vertov.

› Por Hugo Salas

En 1968, Jean-Luc Godard hace un gesto, como de costumbre, maximalista y anuncia su retiro del cine “convencional” –léase (despectivamente) burgués– para dedicarse a la producción militante. Corrían tiempos de agitación. De hecho, Godard no fue el primero ni el último en sumar su cámara a la revuelta (varios participaron, por ejemplo, de los célebres Cinetracts), pero sí el único en llevar el compromiso tan lejos. Abandonando el culto al autor de cine –y, por ende, al individualismo liberal– que él mismo había contribuido a establecer junto con sus colegas de los Cahiers du Cinéma, hasta 1974 el suizo no firmará ninguna película con su nombre, sino que participará, como uno más, del Grupo Dziga Vertov (en honor al director soviético a quien se deben, también, las expresiones “cine-ojo” y “cine-verdad”).

Por eso mismo, promocionar estos films como las películas maoístas de Godard (o, a lo sumo, de Godard y Jean-Pierre Gorin, el otro “pope” intelectual implicado) supone, en gran medida, traicionar su espíritu, pero no es menos cierto que ha sido la continuación de su propia carrera, sobre todo a partir de los ’90, con las Histoire(s) y su JLG/JLG, ese cine consagratorio y de museo, pergeñado desde un individualísimo pedestal para una élite a lo sumo progresista, el que se ha apresurado a enterrar el cuerpo de aquellas bonitas ideas de juventud. Como suele ocurrir con todo el agitprop de los ’70, verlas hoy se parece mucho a un doloroso ritual de exhumación.

Prácticamente desconocido en Argentina, el trabajo del Grupo sorprende tanto por su arrolladora fe política al principio (hablan como si lo hiciesen para multitudinarias masas europeas) como por su lucidez estética, que más de un crítico ha considerado protopunk. Basados, fundamentalmente, en una compresión distinta de las relaciones posibles entre la banda sonora y la imagen (que la jerga de aquellos días se empecina en denominar “dialéctica”), darán sus primeros pasos sobre found-footage –literalmente, metraje “encontrado”; vale decir, material de archivo–, al que intervendrán en la mesa de montaje. En esta línea pueden considerarse Un film comme les autres (sobre las revueltas del ’68), British Sounds (sobre las condiciones de la clase obrera en el Reino Unido) y la hiperlúcida Pravda, donde con ánimo muy Mao el grupo analiza y critica la penetración de los modos de producción y consumo capitalistas en los países supuestamente comunistas del Este de Europa.

Más ambicioso sería el proyecto Le Vent d’Est, rodado en Francia, Italia y la RFA merced a los aportes de un ignoto mecenas (condiciones de producción que ya decían mucho del futuro de esta revolución de mayo). Desnaturalizando los códigos del western, la película aborda una crítica al cine burgués y a su participación en la lucha de clases que no excluye la instrucción puramente visual de cómo ensamblar una bomba casera. A partir de la satírica Vladimir et Rosa, la intención de alcanzar a públicos más numerosos llevará a la exquisita Tout va bien (con las estrellas Yves Montand y Jane Fonda), que a su vez dará pie a Letter to Jane, donde Godard y Gorin analizan sin piedad (para ella ni para consigo) la famosa fotografía en que Fonda se mostraba, conmovida, junto a dos vietnamitas en Hanoi.

En 1970, comisionado por la Liga Arabe, el grupo toma imágenes para una película inconclusa que habría de llamarse Jusq’à la victoire, sobre la resistencia palestina. Luego de disuelto el grupo, en 1973, el material fue retomado por Godard y Anne-Marie Miéville. El resultado, Ici et ailleurs, es una reflexión sobre las (fallidas) estrategias de los insurgentes y el propio grupo, una dura crítica a la fascinación de la izquierda europea por los conflictos “exteriores” y, en buena medida, una declaración de desencanto revolucionario. Como quien dice, el último adiós.

Jean-Luc Godard: los “años Mao”, del miércoles 18 al domingo 22 de junio en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Avenida Corrientes 1530).

El ciclo completo

Miércoles 18
Un film como cualquier otro, (Un film comme les autres; Francia, 1968).
A las 14.30, 17, 19.30 y 22.

Jueves 19
British Sounds (Reino Unido, 1969) y Pravda (Francia/República Federal Alemana, 1969).
A las 14.30 y 19.30.
Viento del Este (Le Vent d’Est; Francia/Italia/República Federal Alemana, 1969).
A las 17 y 22.

Viernes 20
Vladimir y Rosa (Vladimir et Rosa; Francia/República Federal Alemana, 1970).
A las 14.30 y 19.30.
Luchas en Italia, (Lotte in Italia; Italia/Francia, 1970).
A las 17 y 22.

Sábado 21
One P.M. (One Parallel Movie); (Estados Unidos, 1971).
A las 14.30, 17, 19.30 y 22.

Domingo 22
Carta a Jane: investigación sobre una fotografía (Letter to Jane: An Investigation About a Still; Francia, 1972) /
Aquí y en otro lugar (Ici et ailleurs;
Francia, 1974).
A las 14.30, 17, 19.30 y 22.

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