Domingo, 21 de diciembre de 2008 | Hoy
INSTITUCIONES > LA CRISIS LLEGA A LOS CALENDARIOS
Por Mariano Kairuz
Dónde empezó todo? Probablemente en alguna gomería de barrio. Yendo un poco más atrás en el tiempo, quizá en la circulación privada de fotos y dibujos eróticos que alcanzaron su pico creativo en los ‘40 y ‘50 con el reinado de las pin-ups, las salidas de la cabeza del ilustrador Alberto Vargas, y los desnudos contundentes de la reina de reinas, la recientemente fallecida Bettie Page. Durante años la revista Playboy le imprimió regularidad a su chica central y desplegable; pero fue en 1964 que una gran gomería, la italiana, enorme, internacional Pirelli, se apropió del hábito de garage para intentar convertirlo en institución. De alguna manera lo logró: caro y “sofisticado”, el calendario Pirelli reunió a lo largo de más de cuatro décadas a fotógrafos-estrella con modelos-estrella, y consiguió ser el que más prensa acapara para la época en que damos vuelta la última hoja de cada almanaque. El inaugural fue de Robert Freeman, el hombre que puso su lente delante de los Beatles para las tapas de sus discos; luego pasarían por ahí, entre muchos otros, Norman Parkinson, Herb Ritts, Richard Avedon, Peter Lindbergh, Bruce Weber, Annie Leibovitz y Mario Testino. Aunque los 45 años del Pirelli “Cal” no fueron ininterrumpidos: entre 1975 y 1983 dejó de salir, excusándose en las dos crisis petroleras que sacudieron y prácticamente inauguraron una era nueva en el mundo occidental.
En estas cuatro décadas el almanaque erótico, el calentario, podríamos llamarlo se multiplicó al infinito: bajo el precepto 12 al año (modelos o poses), hay playmates de toda laya, estrellas del rock y el cine (por estos días hace mucho ruido el Desktop Calendar 2009 aparentemente no-autorizado de Jennifer Aniston, con imágenes de la ex Rachel en remera blanca y mojada), deportistas (los rugbiers franceses, con su serie casi porno y bastante homoerótica Dioses del Estadio, de las que se venden hasta sus making of en dvd) y, por encima de todo, tanta gente anónima dispuesta a desnudarse por una buena causa: desde los heroicos bomberos de Nueva York, y las señoras de medianas a altas edades de Yorkshire (en las que se basó la película Las chicas del calendario, con Helen Mirren), todos parecen convencidos de que desnudarse es una buena manera de aumentar las recaudaciones benéficas. Hay tantos casos que sería imposible enumerarlos, pero para darse una idea, en el sitio del Nude Calendar Fundraising (http://www.fundraising-ideas.org/DIY/nudecalendar.htm) figuran, entre los norteamericanos, los Men of Maple Corner de Vermont, los Tamworth Men in Hats (hombres que visten sombreros y nada más sombreros) y, entre los ingleses, comunidades de granjeros, cazadores de zorros, jugadores de cricket, carniceros y otras tantas gentes comunes que se muestran con orgullo.
Ahora bien: el 2009 no será un año más para Pirelli: mientras que el centenario aperitivo Campari sigue afianzándose con su calendario Red Passion y toda su dudosa sofisticación digital y sus estrellas millonarias (esta temporada, sucediendo a Salma Hayek y a Eva Mendes, serán doce satinados meses de Jessica Alba), Pirelli goza y sufre de un lanzamiento simultáneo. Semanas atrás la compañía presentó en Berlín su flamante serie de imágenes para el año entrante, un catálogo algo absurdo de puro exotismo ecológico, fotografiado por Peter Beard en distintas locaciones africanas, con fauna local y modelos raquíticas importadas de Italia, Canadá, Brasil, Polonia y Holanda. Casi al mismo tiempo, los trabajadores de la planta barcelonesa de la firma ponían en circulación su propio, alternativo calendario Pirelli, en protesta por el inminente despido de 280 empleados. Con el lema “Menos tetas y más trabajo”, esta serie de 12 busca ser, en palabras de un vocero del sindicato, “más representativo del modelo de relaciones laborales de la empresa”: es decir, alusiones directas a cómo ésta pone a sus trabajadores en la calle, mientras gasta “más de dos millones de dólares en la producción de su nuevo calendario” (“fue caro pero valió la pena”, se dice que dijo el presidente de la empresa, Marco Tronchetti Provera). El Pirelli alternativo consiste, entonces, en un conjunto de imágenes quizá menos elaboradas pero elocuentes y directas en su mensaje, a la vez que no se priva de usar, de tapa, una imagen correspondiente a la impresionante producción del calendario oficial de 2007 (a la que pertenece la imagen que agracia esta página). Es decir, la que contó con Penélope Cruz, Naomi Watts, Sofia Loren y Hilary Swank y un trabajo notable del dúo holandés compuesto por Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin. Como reconociendo que, en un mundo ideal, el de nuestros mejores deseos para el futuro, no tiene por qué ser una cosa o la otra, sino un poco de lo mejor de ambas: tetas y trabajo para todos.
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