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Domingo, 8 de febrero de 2009

CINE 2 > LA BIOGRAFíA DE HARVEY MILK POR GUS VAN SANT

El comandante del Castro

En 1978, Harvey Milk, el activista gay más importante de los Estados Unidos, fue asesinado en San Francisco junto al entonces alcalde George Moscone, y el crimen marcó y despertó a una generación. Ahora la importancia como militante por los derechos civiles del político llega por fin al cine comercial de la mano de Gus van Sant, el director de Mi mundo privado y Elephant, que en su regreso al cine mainstream lo eligió como protagonista de su film biográfico Milk, que compite por el Oscar a Mejor Película y cuenta con una enorme actuación de Sean Penn. Aquí reproducimos fragmentos de uno de los discursos más famosos de Harvey Milk, que se conoce como “Hope”, es decir, “Esperanza”, pronunciado poco antes de su muerte.

 Por Harvey Milk

Mi nombre es Harvey Milk y vine a reclutarlos.

¿Por qué estamos aquí hoy? ¿Por qué están aquí tantos gays? ¿Qué está pasando?

Quiero explicarles por qué es importante que haya candidatos gays y que se elijan gays. Hay una razón y es muy importante, y creo que si mis amigos y votantes que no son gays la entienden, también van a entender por qué me presenté tantas veces, hasta llegar.

Hay una gran diferencia, una diferencia que sigue siendo vital, entre elegir a un amigo de los gays y elegir un gay. Los gays fuimos calumniados a nivel nacional. Nos emplumaron, nos acusaron de pornógrafos, de ser abusadores de menores. No alcanza con tener amigos en el poder, por más buenos amigos que sean.

La comunidad negra lo entendió hace tiempo: los mitos contra los negros sólo pueden ser contestados por líderes negros elegidos por el voto, para que la comunidad negra sea juzgada por esos líderes y no por sus criminales. Los hispanos no pueden ser juzgados por los mitos o los criminales. Los asiáticos no pueden ser juzgados por los mitos o los criminales. Y ya es hora de que los gays no seamos juzgados por los mitos o los criminales.

Como todos los demás grupos, tenemos que ser juzgados por nuestros líderes y por los que salieron del closet. Si somos invisibles, quedamos en el limbo, gente sin familia, sin padres, sin hermanos ni amigos, sin profesiones. Un buen porcentaje de esta nación queda así compuesta por estereotipos de potenciales abusadores de menores. La comunidad negra ya no es juzgada porque tenga amigos sino por sus legisladores y líderes. Tenemos que darle a la gente la oportunidad de vernos por nuestros legisladores y nuestros líderes. Un gay elegido puede marcar la agenda, ganarse el respeto del país en general y de los jóvenes en nuestra propia comunidad que necesitan ejemplos y esperanza.

Los primeros gays que elijamos tienen que ser fuertes. No se pueden conformar con sentarse en última fila. No pueden conformarse con que les den las sobras. Tienen que estar por encima de la trampa y la dádiva. Tienen que ser, por nuestro bien común, independientes e incorruptibles. La frustración que sentimos es porque no nos entienden, y los amigos no llegan a sentirla. Pueden verla en nosotros, pero no pueden sentirla. Porque un amigo nunca salió del closet. Yo me acuerdo cómo fue mi salida del closet y cómo me encontré con que no tenía modelos.

Y no puedo olvidarme de qué cara tiene alguien que perdió la esperanza. Sea gay, sea viejo, sea un negro buscando un empleo que no está, sea un latino tratando de hacerse entender en una lengua que le resulta extranjera. Y hablo en primera persona porque estoy orgulloso, orgulloso de estar aquí frente a mis hermanos y hermanas gays, orgulloso de ustedes. Es hora de que tengamos varios legisladores que sean gays y estén orgullosos de serlo, que no se queden en el closet. Creo que un gay no tiene que evadir sus responsabilidades y tener miedo de que lo saquen de su puesto.

Los gays de aquí y de todo el país, los jóvenes que están saliendo del closet y escuchan a la derecha religiosa por los medios, lo que necesitan es esperanza. Ustedes tienen que darles esperanza. Esperanza de un mundo mejor, un mañana mejor, un lugar adonde ir si las presiones en casa se hacen insoportables. No sólo para los gays sino también para los negros, los latinos, los viejos, los lisiados... Si ustedes ayudan a elegir más gays, les estarán mandando una clara señal a los que se sienten afuera, una señal de que es posible avanzar. Si un gay puede, las puertas están abiertas para todos.

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1. Una escena de Milk, de Gus Van Sant
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