CINE > SE ESTRENA LA COCINA, EL DOCUMENTAL SOBRE LA LEY DE MEDIOS
A dos años de la sanción de la Ley de Servicios Audiovisuales de la democracia, se estrena en Canal 7 y en el cine Gaumont La cocina, el documental de David Blaustein y Osvaldo Daicich sobre su historia, que va desde los intentos frustrados de Alfonsín y De la Rúa, el debate en la sociedad y la histórica sesión en Diputados, hasta su presente de desafíos y dificultades.
› Por Juan Pablo Bertazza
Ya desde el título, La cocina, el nuevo documental de David Blaustein y Osvaldo Daicich –quienes ya habían realizado juntos Porotos de soja (2009)– pone en evidencia la ubicuidad de la nueva ley de radiodifusión, su extensión temporal y simbólica en la historia argentina y su ramificación en diversos temas de debate, de la concentración de medios en grupos económicos a temas estéticos y de contenidos. La nueva ley de medios se conjuga, así, en varios tiempos: tiene un verdadero primer origen en la necesidad de ser escuchados de quienes no tenían voz, tuvo embriones finalmente abortados con los intentos de Alfonsín y De la Rúa, un nacimiento con la creación de la Coalición por una Radiodifusión Democrática en 2004, un presente promisorio y un futuro en pañales.
De todas maneras, este documental implicaba una serie de desafíos, el primero de los cuales radicaba en proponer algo distinto en tiempos en que abundan, afortunadamente, los informes políticos en la televisión diaria: “Era claramente una preocupación estética hacer cine documental, diferenciando la televisión del mundo del cine; apostamos desde el inicio a la importancia de lo que se trató en el Parlamento. En un momento pensábamos que estaba lista la película, pero luego perfeccionamos la tensión que se trabaja entre la discusión en el Congreso y esa otra película que es el interior del país”, explica Blaustein.
La discusión previa a la ley que trae a colación La cocina, nos retrotrae a lo que sucedía más acá en el tiempo, el retraso existencial de quienes se oponían a la ley del matrimonio igualitario; las dos leyes tienen en común, entre otras cosas, su cocina: ser por un lado la legislación urgente de una necesidad sostenida y soportar, por el otro, los miedos infundados y fundacionales que toman forma de amenazas irracionales, desalmadas y apocalípticas al mejor estilo Lilita Carrió (“esto es una mordaza porque varios canales van a dejar de existir” o “los valores están en caída libre”).
Es un acierto empezar la película con aquellos argentinos distribuidos a lo largo de todo el territorio que, poco a poco, empezaron a ver los frutos de proyectos iniciados antaño y que ni en las peores condiciones abandonaron del todo: una radio mapuche en la provincia de Neuquén, una radio villera en la provincia de Córdoba, un diario creado por militantes socialistas en La Pampa. “Mirá, yo insisto mucho en la imagen de la piba mapuche que usa la radio para hablar del cáncer de útero, como así también en un programa de medianoche de la radio de Córdoba La Ranchada, que también me conmovió, un programa totalmente dedicado a que los presos se comuniquen con sus familiares, eso es tecnología pura: cómo una mejor ley consagra derechos preexistentes, pero además tiene la posibilidad de ampliarlos”, se explaya Blaustein. “La presencia de los pueblos originarios en la ley de medios significó una de las dos grandes puntas de lanza entre las cien modificaciones que se realizaron para que la ley tuviera la aprobación en Diputados; la otra fue la inhabilitación a las telefónicas para que participen del negocio del triple play”, concuerda Daicich.
Sin lugar a dudas, el gran clímax de esta película, y también su gran atractivo, consiste en la edición casi épica, novelesca y, por ende, reveladora del debate parlamentario: el diputado y jefe de bancada del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, leyendo las tapas de La Nación y Clarín en su edición al día siguiente de haber sido aprobada la ley de 1980, para luego lanzar una pregunta retórica y letal: “¿Será así mañana?”; la diputada Carolina Moisés (FpV), en una exposición brillante coronada por una frase inolvidable: “Si me arrodillo ante el poder económico, estoy haciendo arrodillar conmigo a todos los jujeños que me votaron”.
Es que La cocina tiene la virtud de mediatizar absolutamente todo: hace girar la cinta dentro de pequeños y antiguos televisores, como para no olvidar los precipicios inherentes a toda comunicación; hace foco en el histrionismo de varios diputados que brillaron por su ausencia en el momento cúlmine, que hablaban por celular o ponían su mirada en blanco cuando la palabra llegaba a destino; que se sacaban la máscara apenas terminado su discurso. Porque los diputados son, sin lugar a dudas, otro de los medios de comunicación, en este caso, los representantes del pueblo, los intermediarios entre la gente y la ley. “Quisimos poner el eje en aquellos momentos en que la cámara deja de estar al aire, cuando el diputado terminó su intervención: la cocina es todo lo que se ve en esos pequeños planos que se pierden tanto para el ciudadano que hace zapping como para los cronistas, y son elementos interesantes para ver el funcionamiento de ese mundo”, dice Daicich.
David Blaustein toma la palabra para referirse justamente a los alcances actuales de la ley: “Hoy titularon en un diario: ‘A dos años de la ley, la ley no existe’; y eso es de cabrón porque la ley, en rigor, existe desde hace seis meses, cuando la Corte aclaró que funcionaba taxativamente con la excepción del artículo 161. Ahora, su ingeniería de aplicación es sumamente compleja y requiere de tiempo, pero es indudable que ya tenemos avances más que importantes: el llamado a 220 canales de televisión digital abierta, el hecho de que más de cuarenta universidades nacionales y cada provincia tendrán su propia señal pública, hay programación del interior del país que está avanzando, también se creció mucho en el aspecto publicitario y en los asuntos relacionados con el consejo de la infancia, tanto en materia de contenidos –existe Pakapaka– como en la normativa que rige qué no deberían ver los chicos; supongo que falta trabajar con el tema de las cuotas de pantalla, pero no es sólo un tema de responsabilidad del Estado. En ese sentido, en la emisión de Canal 7 de nuestro documental van a participar simultáneamente el canal de Misiones, el canal 10 de Tucumán, el canal 10 de Córdoba, el canal de Trenque Lauquen y el 9 de Santa Cruz, entre otros. Eso es un golazo”.
El próximo viernes 7 de octubre a las 24 se emitirá en una función única y especial en el ciclo Ficciones de lo real en Canal 7 el documental La cocina. Se estrenará comercialmente en el cine Gaumont el jueves 6 de octubre.
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