¿Qué estabas haciendo el 20 de diciembre de 2001? ¿Qué hacías el 19 y qué hiciste el 21? A esta altura, esos días ya son un icono argentino, el gran quiebre colectivo, tan citado y recitado que por momentos no se sabe de qué hablamos cuando hablamos del 20 de diciembre de 2001. Increíblemente, ya pasaron diez años de esos días agobiantes, que para muchos fueron el inicio y para otros el cierre de su relación con la política. Luego, diferentes colectivos artísticos se han apropiado de esas fechas. Hubo documentales, arte piquetero, referencias literarias, pero el encabalgamiento del arte con la realidad inminente suele ser conflictivo. El tiempo transcurrió. Hoy además de recordar qué estábamos haciendo aquellos días que vivimos en peligro, es posible hablar sobre eso sin que nadie salga herido. Al contrario: tomarlo con la mayor libertad, ya no hay necesidad de “escribir la historia”.

Es por eso que el Centro Cultural Matienzo, un colectivo interdisciplinario de artistas, curadores y productores autogestionados armó el ciclo 15/20, donde quince directores harán una performance, o pequeña pieza teatral, evocando esos hechos. Visiones delirantes, personales, pasionales, como voces que arman una canción que no tiene que afinar.

El grupo de teatro del Matienzo, compuesto por once realizadores que curaron colectivamente el proyecto, cuenta: “Quisimos abrirnos a todo tipo de propuestas, aun las que pudieran incomodarnos: demasiado naïf, demasiado nihilistas, demasiado chistosas, demasiado lo que sea. El objetivo es abrir el debate, apostar a las muchas memorias colectivas entrecruzadas. En otras palabras, producir una práctica de ciudadanía”.

Cada quien hizo lo que quiso y aquí cuentan algunos de sus resultados. Imágenes que van desde el miedo a lo inabordable hasta la zambullida gozosa.