Si La isla mínima es una de las grandes estrellas de la muestra, dentro de la sección Estrenos también se podrán ver algunos de los títulos más importantes del año pasado, que aclaran un poco este escenario nutrido y variopinto que tiene el cine español actual. Una de las grandes curiosidades es la comedia Felices 140 de Gracia Quejereta, directora con un particular universo de intrigas y emociones mezcladas, que combina el disparate de la farsa más anárquica e imprevisible con un suspenso premeditado, casi regulado hasta en el último ajuste. Elia (Maribel Verdú) cumple los 40 y decide hacer una fiesta a todo trapo en una mansión en las paradisíacas Islas Canarias para todos sus amigos; cuando llega hasta el último invitado, en pleno festejo, les cuenta que se ha ganado 140 millones de euros en la lotería. Un poco al estilo de las comedias de Lawrence Kasdan de los 80 como The Big Chill o I Love You to Death, la cruza entre géneros es más que un juego y funciona como un termómetro de los tiempos que corren, entre ambiciones, dinero fácil y las pasiones más absurdas y desmedidas. Otro tono ofrecen Loreak, estrenada en Europa en 2014, un ligero melodrama en clave crepuscular de los directores José María Goenaga y Jon Garaño sobre unas misteriosas flores cuyo arribo semanal cambia las vidas de tres mujeres. Primera película en lengua vasca que compitió al premio mayor en los Goya, Loreak (flores en euskera) recorre vidas comunes y encerradas en sí mismas a la que el misterio las roza por azar, efímero y accidental, y se revelan dueñas de una ternura inusual, subterránea, que delinea tibias soledades y esperas postergadas.

Por último, los viejos conocidos de siempre: la nueva entrega de la saga de Mortadelo y Filemón –Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo– de Javier Fesser, artífice del absurdo y la incorrección de la mano de la sátira más desgarbada; Mi gran Noche de Álex de la Iglesia –que se estrena en breve en salas– con Raphael en una celebración de Nochebuena inolvidable; y la retrospectiva de Ángela Molina –el año pasado se hizo la de Maribel Verdú– con infaltables como Las cosas del querer y Carne Trémula, y la versión de Pablo Berguer de Blancanieves en blanco y negro y ambientada en una gótica España de los lejanos años ’20. Un panorama más que atractivo para acercarse al nuevo cine español, con caras conocidas y otras por descubrir.

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