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Domingo, 18 de agosto de 2002

Identikits

RAÚL
PERRONE


Edad: 50

Imagen: Autodidacta prolífico dedicado a retratar la vida de los
chicos de Ituzaingó (su barrio), Perrone es el arquetipo definitivo del
“hágalo usted mismo” en materia cinematográfica (o,
más precisamente, videográfica).

Pasado: Varios cortos y cinco largometrajes en video: Labios de churrasco
(1994), Graciadió (1997), 5 p’al peso (1998), La felicidad/Un día
de campo (1999) y Zapada (1999).

Presente: Peluca y Marisita (2001, se estrena en octubre) y Late un corazón
(2002).

Actitud: “El Nuevo Cine Argentino no existe. Lo que existe es un
puñado de nuevos directores argentinos que seguirán filmando en
la medida en que sigan teniendo ganas de contar historias. Aunque lo hagan sin
un peso y sin saber si sus películas se van a estrenar algún día.”


MARTÍN
REJTMAN


Edad: 41

Imagen: De película en película, el asceta del NCA (no
filma un plano de más, no condesciende a nada que pueda pasar por floritura
de estilo, evita toda manifestación emocional y no escribe un solo diálogo
que no sea necesario) va contando historias de gente que crece, tal vez a su
pesar. Empezó con los de 20, siguió con los de 30 y ahora llegó
finalmente a los de 40, su propia edad.

Pasado: Tras estudiar cine en la Universidad de Nueva York, filmó
varios cortos y dos largos: Rapado (filmada en 1991; estrenada en 1996) y Silvia
Prieto (1998).

Presente: Se encuentra en pleno rodaje de Los guantes mágicos, con Vicentico,
Valeria Bertuccelli y Cecilia Biagini. Estreno: 2003.

Actitud: “Las películas del NCA tienen ambiciones artísticas,
mientras que las del cine argentino tradicional eran meramente pretenciosas.
Si tuviera que detectar un rasgo común diría que es lo crudo:
estas películas se caracterizan por su falta de artificio y ampulosidad.
Es un cine que se corresponde con su realidad económica, lo que no quiere
decir que sea un cine pobre estéticamente. Estas películas no
piden a gritos una grúa o diez mil luces. Cuando uno las ve, jamás
se pregunta dónde están los extras.”


ADRIÁN
CAETANO


Edad: 32

Imagen: Aunque tienda a identificárselo con un cine “fierita”,
nadie más lejos del analfabetismo cinematográfico que Caetano,
cuya cultura de cinéfilo autodidacta le permite asimilar tanto de Clint
Eastwood como de Godard, filmar planos a la Ozu en Bolivia o citar a Buñuel
en Pizza, birra, faso. Su corto fantástico Cuesta abajo o su incursión
en el policial duro de la próxima Un oso rojo demuestran que sus ambiciones
no empiezan ni terminan en lo social. Tiene mucho para andar.

Pasado: Sin estudios en escuelas de cine, aportó el corto Cuesta
abajo a la primera edición de Historias breves (1995), codirigió
Pizza, birra, faso con Bruno Stagnaro (1997) y filmó por su cuenta el
mediometraje La expresión del deseo (1997), el especial de televisión
La cautiva (2001) y el largo Bolivia (rodado en 1998; estrenado este año).

Presente: Presentada en Cannes, Un oso rojo se estrena en octubre.

Actitud: “Creo que el NCA representa un recambio inevitable y necesario.
Aunque ojo que no todos somos santitos, y en algunos tienden a reaparecer los
viejos vicios. Por otro lado, escoba nueva siempre barre bien. Hay que ver qué
pasa cuando la escoba ya tenga unas cuantas barridas encima. Veo una tentación
muy peligrosa a repetir fórmulas, como si lo único que pudiera
hacer el NCA fuera filmar historias de pobres cámara en mano. Eso aburre
a cualquiera y es lógico que el público les dé la espalda
a esa clase de películas.”


PABLO
TRAPERO


Edad: 30

Imagen: A la luz de su corto Negocios, su ópera prima Mundo grúa
y su segunda película, El bonaerense, Trapero aparece como el cineasta
de lo social-cotidiano. Pero lo social no representa para él una toma
de partido previa sino una realidad corporizada en gente de carne y hueso. A
esa gente se acerca, con una curiosidad y un respeto más propios de un
documentalista que de un realizador de ficciones.

Pasado: Egresado de la primera camada de la Universidad del Cine, filmó
el premiado corto Negocios (1995) y la no menos premiada Mundo grúa (1999),
uno de los hitos del NCA.

Presente: Presentada en Cannes, El bonaerense se estrena el 19 de setiembre.

Actitud: “El realismo me gusta, sin fanatismo. No me interesa cuando
bordea el costumbrismo o lo pintoresco, y menos aun cuando se convierte en una
forma trucha de lo que se llama denuncia social. Para tener un interés
estético, el realismo debería ser producto de una construcción
tan cuidada como cualquier otra. Yo persigo una cercanía con lo que cuento,
y eso no tiene que ver con una cuestión temática sino con el modo
en que se abordan las cosas.”


JUAN VILLEGAS

Edad: 30

Imagen: Primer crítico de cine que pasa a la realización
en la historia del cine argentino, Villegas confirma dos suposiciones: que algo
se parece el NCA a la nouvelle vague (cuyos principales representantes provenían
dela crítica) y que algo hay en común entre la revista El Amante
(donde Villegas escribe regularmente) y Cahiers du cinéma (donde escribían
los representantes de la nouvelle vague). Para terminar de refrendar el juego
de las vinculaciones, el cineasta favorito y máximo referente estético
de Villegas no es otro que Eric Rohmer, uno de los padres fundadores de aquel
movimiento francés.

Pasado: Estudió en la FUC y realizó varios cortos antes
de llegar al largometraje.

Presente: Su ópera prima Sábado se estrena el próximo jueves.

Actitud: “Las películas del NCA están hechas desde
la necesidad de contar algo, filmadas muchas veces con poca plata pero con el
máximo profesionalismo, con una libertad creativa enorme, con talento,
rigor artístico y una gran originalidad. No son películas perfectas,
pero la suma de todas ellas constituye la propuesta cultural más sólida
y reveladora de la Argentina de los últimos años. El Instituto
de Cine debería dedicarse a fomentar esta actividad cultural y artística
en lugar de apoyar a las grandes empresas, que no necesitan de ese fomento para
subsistir.”


MARIANO
LLINÁS


Edad: 26

Imagen: Dueño de una formación literaria y cinematográfica
que le permite citar con igual fluidez a Chesterton y John Ford y a la vez soñar
con una película basada en Hilario Ascasubi, el culto, irónico
y rigurosísimo Llinás valora el ejercicio de su oficio pero no
deja de arrogarse la libertad de imaginar las ficciones más descabelladas.
Como a su compinche Damián Szifron (ver esta página), esta doble
vocación podría permitirle algo que resulta particularmente traumático
para la mayoría de sus congéneres: filmar en condiciones industriales
sin perder originalidad.

Pasado: Graduado de la FUC, donde actualmente ejerce la docencia.

Presente: Su documental (¿apócrifo?) Balnearios fue una de las
grandes revelaciones del último Festival Internacional de Cine Independiente
de Buenos Aires y podría llegar a ser un nuevo hito del NCA. Por el momento
no tiene estreno previsto.

Actitud: “Creo que el NCA fue, antes que nada, una idea, borrosa
y audaz, surgida de ciertos sectores de la crítica, y recién después
aparecieron las películas que venían a concretar esta idea. Algunas
de esas películas fueron brillantes, pero no todas. Con el tiempo, el
NCA se convirtió en fenómeno periodístico, una serie de
viajes a Europa, un desvaído rosario de avant-premières y un desparejo
catálogo de films. De aquí en más, el NCA puede tender
a la inteligencia, a la pluralidad, la sorpresa, el entusiasmo, y convertirse
en una mirada nueva y feliz sobre las cosas. O puede limitarse a ser un mero
recambio generacional y repetir los tibios intentos iniciales de Rodolfo Kuhn,
Raúl de la Torre o Jorge Polaco.”


DIEGO
LERMAN


Edad: 25

Imagen: Una incógnita. Su ópera prima Tan de repente, saludada
aquí y en el extranjero como la gran esperanza blanca para la renovación
del NCA, es cruda y amable, brutal y transparente, opaca y sencilla, áspera
y cálida. Acaba de ser elegido entre más de un centenar de aspirantes
por una fundación que depende del Festival de Cannes para desarrollar
un nuevo guión a lo largo de seis meses, con la asesoría de Abbas
Kiarostami y Scorsese, lo cual habla de que algo tiene.

Pasado: Graduado de la FUC y realizador de videos “sociales”
(fiestas de casamiento, barmitzvas y esas cosas), su corto La prueba –basado
en el relato homónimo de César Aira– ganó varios premios
y fue el germen de Tan de repente.

Presente: Tan de repente se presentó en competencia oficial en el último
Bafici y, hace unos días, en el festival de Locarno, una de las plazas
clave del cine independiente del mundo entero. Entre ambos eventos acumuló
la friolera de cinco premios. Se estrena en 2003.

Actitud: “Hay mucho movimiento en el ambiente, no sólo en
cine sino también en otros ámbitos, como el teatro. Reconozco
que Pizza, birra, faso marcó un punto a partir del cual mucha gente joven
se largó a hacer cine, pero no me siento parte de ningún movimiento.
Existen estéticas personales, extremas en algunos casos, y está
bueno aprovechar toda esa movida, pero no vale la pena perder mucho tiempo analizándolo.
El NCA seguirá existiendo mientras surja gente con nuevos proyectos,
pero eso es algo que se va dando solo, no responde a ningún plan.”


DAMIÁN
SZIFRON


Edad: 26 años

Imagen: Cinéfilo consecuente y de formación clásica,
Szifron probó su talento en el terreno menos propicio, la televisión,
donde logró hacer de la serie “Los simuladores” (que concibió,
escribió y dirigió) la revelación catódica del año.
Tiene un modelo definido de cine: el de cineastas como Hitchcock, Billy Wilder,
Coppola y Brian De Palma, a los que añade el nombre de Fabián
Bielinski, realizador de Nueve reinas. Todos fueron capaces de hacer un cine
industrial, popular y personal, y Szifron tiene la férrea decisión
de ser fiel a esa fórmula.

Pasado: Graduado de la FUC, artífice de “Los simuladores”.

Presente: Acaba de finalizar el rodaje de su ópera prima, El fondo del
mar, comedia policial-paranoica protagonizada por un celoso enfermizo que está
convencido de que sus peores pesadillas se han vuelto realidad. Protagonizada
por Daniel Hendler, Dolores Fonzi y Gustavo Garzón, se estrena en 2003.

Actitud: “Hablar de NCA es una forma de rotular un grupo de expresiones
muy diversas, que en general no tienen mayores puntos de contacto más
allá de lo generacional. En ese sentido, me parece que se sobrevalora
la juventud, porque en realidad ser joven no es ningún mérito
de por sí. De esas películas, algunas me gustan. Pero no aquéllas
en las que no pasa nada. Lamento ser dogmático, pero el cine que me gusta
siempre tiende a lo narrativo. La contemplación de un pedazo de realidad
inmutable prefiero que quede para la pintura.”

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