Domingo, 24 de agosto de 2008 | Hoy
ALEJANDRA LAERA
–Desde mediados del siglo XIX, por lo menos, las llamadas “hojas periódicas” eran uno de los canales privilegiados de la escritura y el diarismo, una actividad muy importante para el hombre de letras, que de ese modo intervenía en la vida pública y formaba opinión, ya sea sobre temas políticos o culturales. El emblema de esta figura es Sarmiento. En el último cuarto de siglo –y ya con una considerable independencia de la literatura respecto de los acontecimientos políticos–, la abrumadora cantidad de periódicos, junto con las innovaciones tecnológicas, crearon un espacio sumamente propicio para que los escritores pudieran llevar a cabo en la prensa su tarea como tales, cumpliendo diversas funciones (cronistas, comentaristas de libros, traductores, editores, novelistas). Y esto, en la Argentina de finales de siglo, se dio de un modo espectacular que la hace convertirse en una metrópolis cultural del continente. Asimismo, la necesidad creciente de individuos en condiciones para cumplir todas esas funciones en la prensa contribuyó a capacitar, formar e incluso adiestrar en esas tareas a un número de personas que de otro modo no habrían tenido el mismo acceso al campo cultural. En ese marco, la figura del escritor y la más moderna del periodista o reporter se acercan tanto que por momentos son asimilables. ¿Qué fue Eduardo Gutiérrez al momento de escribir Juan Moreira, su segundo folletín, en 1880, en el diario del que era redactor: un novelista o un periodista? ¿Qué será más tarde Fray Mocho cuando publica sus relatos, llenos de diálogos bien coloquiales, en la misma revista que dirige y que redacta: un cuentista o un cronista del presente? Más todavía, la actividad periodística fue en general la condición para poder dedicarse a la actividad literaria; fue la condición para lo que se conoce como el proceso de profesionalización de los escritores, que se extiende aproximadamente hasta las dos primeras décadas del siglo XX.
Alejandra Laera es doctora en Letras e investigadora del Conicet. Escribió, en esta Historia, “Cronistas, novelistas: la prensa periódica como espacio de profesionalización en la Argentina (1880-1910)”.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.