Pienso que soy un pintor expresionista, pero que fui limitado por el contexto en que mi arte nació. Debuté en el momento del minimalismo y el conceptualismo. Entendí cuáles eran las cosas más importantes de la época y borré todo lo que pude lo expresionista que había en mí, “enfrié” mi arte. Sin embargo, todo mi trabajo es expresionista, pero “enfriado”, lo que tal vez fue positivo. Si no, hubiera sido “Escupes y lo exhibes”, como se dice en ruso... Desde el comienzo, mi vocabulario ha sido principalmente minimalista. Las Reconstituciones son objetos expresionistas, pero los cajones que utilicé son cajones de morgue, que recuerdan a Donald Judd. Todo extremadamente frío y metálico. Pero yo tenía un temperamento muy expresionista, que se intensificaba cada vez más. Lo que me gusta es el arte expresionista, el arte que grita. Hace veinte años no me hubiese atrevido a decir esto.