La presentación del libro Lita Stantic: el cine es automóvil y poema, será acompañada a lo largo de junio por un ciclo con varias películas que Stantic menciona significativamente a lo largo de los testimonios que componen buena parte del volumen. Entres los títulos programados se encuentra Un muro de silencio, junto al corto de Stantic y Szir El bombero está triste y llora (1965). El programa completo del ciclo puede consultarse en www.malba.org; a continuación van cinco de los títulos programados, definidos en palabras de Stantic, extractadas del libro.
La presentación del libro Lita Stantic:
El cine es automóvil y poema (Eudeba), de Máximo Eseverri y Fernando Martín Peña, tendrá lugar el jueves 19 de junio a las 19, en el Malba, Av. Figueroa Alcorta 3415.
(URSS-1948) de Sergei Gerasimov. 189’. Jueves 26 a las 22.45
“Por entonces me fascinaba un poco el PC. Me invitaban a actividades, pero nunca llegué a afiliarme. Los primeros contactos con el PC ocurrieron en la facultad. Por esa época, también, [yo trabajaba] en la Caja de Subsidios para Empleados de Comercio y había dos chicas que eran del partido justo en mi sección. Con ellas participábamos de todos los paros, hablábamos con los demás para que se sumaran, pero no llegamos a ser más de 7 y en la Caja había como 200 empleados. Recuerdo que me llevaron a ver La joven guardia, una película de ficción, para que los jóvenes conocieran cómo era el socialismo soviético. Yo la vi cuando tenía unos dieciocho años: me citaron en un bar y de ahí me llevaron a otro lugar, yo tenía que cerrar los ojos para no saber dónde era la proyección. Para mí era como estar en una vanguardia, siempre me llamó lo provocativo.”
(1965) de Pablo Szir y Lita Stantic. 12’. Sábado 28 a las 22 (se proyecta junto con Un muro de silencio)
“Yo trabajaba como asistente de José Bullaude en cursos de medios audiovisuales para docentes en una escuela privada que estaba en Barrio Norte, en la calle Cerrito. En el subsuelo había un taller de arte infantil a cargo de Susana Algañaraz, para chicos de diversas edades. En mi oficina habían colgado un cuadro hecho por un niño, con un epígrafe que decía El bombero está triste y llora. De ahí nació el título de la película. La idea era trabajar con la forma en que los chicos descubren la luz, la oscuridad y los colores a partir de elementos de su entorno.”
de Lautaro Murúa. Hoy a las 22
“Estuve conectada con esa película porque fui la jefa de producción y es impresionante cómo La Raulito marca una brecha entre un momento de esperanza y el comienzo de los años de plomo. La Raulito se empezó a filmar en noviembre de 1974 y la protagonista estaba amenazada por la Triple A. Yo creo que en la actuación, a Marilina Ross se le mezclaba un poco la marginalidad del personaje, la Raulito, con su propia marginalidad. Ella personalmente se sentía amenazada de la misma manera que el personaje. Se filmó con mucha tensión. El director fue Lautaro Murúa, un creador muy peculiar por su coherencia política, que también después fue amenazado y se tuvo que exiliar.”
de Alejandro Doria. Viernes 27 a las 18
“Si Doria hubiese filmado esta película en 1976 o 1977, seguramente habría encontrado más objeciones de la censura. De hecho, una de las dificultades fue que tenía dieciséis papeles importantes y en dictadura no era fácil reunir actores que no estuvieran prohibidos. Hubo alrededor de ochenta actores conocidos que no podían trabajar. Uno presentaba el proyecto con los actores que quería y el Instituto de Cine decía quién iba y quién no. Antes de la dictadura, Doria había pensado en Marilina Ross para uno de los personajes, pero luego ese papel lo tuvo que hacer Sandra Mihanovich, porque Marilina estaba prohibida. Lo mismo pasó con otros actores. Era tremendo el miedo con el que uno se comunicaba con la gente que estaba en ese entonces en el Instituto.”
(1984), de María Luisa Bemberg. Domingo 29 a las 20
“Después de trabajar juntas en Momentos y en Señora de nadie le dije a María Luisa que hasta los críticos que la elogiaban la veían como una mujer que no creía en el amor y que entonces tenía que hacer una historia de amor. Y que para mí no había historia de amor más grande que la de Camila O’Gorman. A María Luisa le gustó la idea, encargamos una investigación sobre el tema, ella empezó a escribirla y yo a buscar posibles locaciones. (...) El impacto que tuvo no lo previmos. Nos había parecido una historia muy fuerte, que era justa para ese momento y que además era cierta: una pareja de enamorados que es fusilada por el Estado, la Iglesia y la familia. Pensamos que podía funcionar, pero no que iba a pasar lo que pasó. Vendió dos millones y medio de entradas, fue nominada al Oscar...”
de María Luisa Bemberg. Domingo 22 a las 22
“Julie Christie es el ser con más luz que conocí en todo mi trabajo. Guardo un libro que me regaló, de Graham Greene, Conversaciones con Torrijos, y la dedicatoria dice: ‘A Lita, para que entienda que no todo lo inglés es malo’. Otra vez me mandó una postal de Gales y me escribió. ‘¿No parece la Patagonia? No lo digo con ánimo imperialista...’. Vino por siete semanas [para hacer Miss Mary] y se quedó tres meses y medio. Primero la llevamos al Alvear y dijo que no, que quería un hotel más modesto. Así que la trasladamos a un hotel de Plaza Francia, pero después se hizo amiga de Diana Ezcurra y se fue a vivir a su casa. (...) Ella quería ir a todas partes, preguntaba todo. Quería saber qué era el peronismo y le armé reuniones para que charlara con Envar El Kadri y con Eduardo Mignogna, que no era peronista pero podía darle una perspectiva desde la izquierda. Se peleaba con Jorge Goldenberg por Palestina, fue con su pareja a una manifestación por Malvinas... De todo hizo.”
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