Sábado, 5 de enero de 2008 | Hoy
La investigación de Seguridad determinó que el estallido de
granadas lacrimógenas no fue un accidente sino que se lanzaron "irresponsablemente para festejar la llegada del año nuevo"
Desde Santa Fe
El secretario de Seguridad de la provincia, Carlos Iparraguirre, confirmó ayer el relevo y pase a disponibilidad de cuatro efectivos de la Guardia de Infantería Reforzada entre ellos un oficial, por el estallido de una o más granadas de gases lacrimógenos la noche de fin de año en el cuartel del barrio Centenario, que provocó una nube tóxica en viviendas aledañas y afectó a numerosos vecinos. La sanción implica la entrega del arma y la credencial y una rebaja del sueldo a sólo el 25 por ciento, dijo Iparraguirre, quien esta semana recorrió el lugar, habló con los vecinos y descartó que el incidente hubiera sido accidental, como lo reveló en un primer momento el propio jefe de la Unidad Regional I, Juan Faustino Ruiz, que ahora quedó en la cuerda floja.
Ya el mismo 1º de enero, se inició un sumario policial para deslindar responsabilidades mientras se notificaba de las actuaciones al juez Correccional en turno, Ricardo Favaretto. Pero, después Iparraguirre ordenó una investigación de Asuntos Internos y dispuso que la Secretaría de Seguridad Comunitaria se encargue de censar a los vecinos intoxicados, al punto que varios de ellos fueron asistidos en hospitales públicos con cuadros de vómitos e irritación en los ojos.
En un principio, el sumario apuntó a ocho efectivos de la Guardia de Infantería que estaban en el cuartel de Urquiza al sur la noche de Año Nuevo, pero después se ajustó la mira. "Por ahora, fueron puestos en disponibilidad un oficial que estaba a cargo del grupo y tres efectivos que a priori serían los que tienen responsabilidades en estos hechos", dijo Iparraguirre a Rosario/12. Y aclaró: "Es una sanción dura porque se le retira el arma y la credencial y pasan a cobrar el 25 por ciento del sueldo"
La primera versión pública se conoció por el jefe de Policía capitalina, comisario Juan Faustino Ruiz, quien atribuyó el estallido de la granada de gas lacrimógeno a un accidente. El pelotón de la Guardia de Infantería se preparaba para un operativo de seguridad en la Costanera santafesina -donde esa madrugada se convocaron más de 30 mil personas- cuando se activó el explosivo. "Una cuadrilla preparaba equipos para trasladar y por una mala maniobra una granada fue activada, cayó al piso y la patearon hasta el patio de armas porque no se puede tocar", dijo Ruiz. Allí entonces se formó una nube de humo que alcanzó las viviendas aledañas.
Sin embargo, Iparraguirre descreyó la versión que el comisario Ruiz ofreció a los medios de Santa Fe, sobre la base del descargo de los propios policías involucrados. "El hecho fue muy grave", dijo el secretario de Seguridad de la provincia. Y adoptó varias medidas: ordenó profundizar la investigación y concurrió al barrio Centenario para tener un testimonio directo de los vecinos que denunciaron incluso haber sido víctimas de agresiones verbales -y hasta físicas- de los policías a quienes plantearon sus reclamos.
"Hay un sumario en marcha, una investigación judicial a cargo del juez Favaretto, interviene Asuntos Internos y nosotros estamos haciendo a través de Seguridad Comunitaria, un censo de afectados. El sumario no está terminado, pero lo que se puede presumir que ocurrió es que algunos irresponsablemente lanzaron algunas granadas de gases lacrimógenos como para festejar la llegada del año", explicó Iparraguirre.
-¿Estaban alcoholizados?
-Se supone que podía haber algo de eso. Cuando los vecinos fueron al reclamar (al cuartel de la Guardia de Infantería) dicen que notaron algo de eso en algunos. Pero eran muy pocos los que estaban ahí, por eso el pase a disponibilidad incluye a un oficial que estaba a cargo.
-¿Ya identificaron al policía que los vecinos denuncian por agresiones?
-Todavía no. De todas manera, ya le pasamos al Juzgado del doctor Favaretto los datos de las personas que fueron agredidas para que les tomen declaración, los revise el médico policial y ellos avancen en la investigación relató Iparraguirre. "Nos interesa determinar claramente quién fue el agresor. Porque hay una denuncia de los vecinos que fueron a reclamar por el estallido de la granada de gas lacrimógeno y terminaron siendo víctimas de agresiones verbales y hasta físicas de un personal policial. Estamos a la espera del resultado del sumario y de las investigaciones judiciales para determinar quién fue esa persona que agredió a un vecino que legítimamente fueron a plantear su reclamo por lo que había sido una barbaridad", agregó el funcionario.
-Lo grave sería que el Estado entrega elementos de disuasión para que defienda a la comunidad y ellos lo habrían usado para festejar.
-Y más cuando se aprestaban para un operativo de seguridad. Pero lo importante es separar la paja del trigo y dilucidar la actitud de estos irresponsables que cometieron este hecho del resto de la fuerza que cumplió su rol en otros puntos en la ciudad -concluyó Iparraguirre.
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