Luego de los incidentes protagonizados por bañistas en la rambla Catalunya el pasado 1º de enero, los guardavidas, que habían comenzado una guardia pasiva para protestar por las agresiones que recibieron, volvieron ayer a trabajar normalmente, y continuarán haciéndolo durante el fin de semana. "Para la semana próxima nos prometieron el envío de entre 12 y 20 oficiales con uniforme de verano que patrullarán la playa", dijo al portal Rosario3.com, Sergio Nani representante de los guardavidas de la rambla.

La medida de fuerza de los guardavidas consistió en concurrir a la playa sin silbato ni uniforme, y se llevó a cabo para reclamar una mayor presencia policial en la zona de playas. Y como en las primeras horas de ayer, los policías encargados de la seguridad comenzaron a circular por las playas, los bañeros retomaron sus tareas. De todas maneras, estarán en estado de alerta, monitoreando la continuidad de los operativos, porque dicen que los policías que ayer patrullaban la zona fueron contratados por el concesionario que explota la Rambla Catalunya.

"Lo que nosotros queremos es que haya patrullaje y seguridad en la arena misma como en todos los balnearios de Argentina", sostuvo Nani, quien explicó además que "el problema es que Rosario tiene sólo 800 metros de playa pública para más de un millón e habitantes y los días de mucho calor se llena de gente". El representante de los guardavidas agregó que la policía y la Guardia Urbana "están presentes, pero en las calles y veredas, y no en las playas donde se concentra la mayor cantidad de personas".

"Queremos que el río se cuide, el lugar debería ser un oasis, pero arruinan el espacio público obligando a la gente a asociarse a los clubes de la Costa", dijo a Rosario/12, Alejandro Martin, uno de los promotores de la movilización que los vecinos de la Rambla Catalunya llevarán adelante el próximo lunes a las 12 en la Plaza Seca, en reclamo por la contaminación de las aguas, infectado de palometas, aguas cloacales, y además por la por la agresión que sufrieron los guardavidas en el caótico comienzo del año.