Con una demora de cinco meses desde su asunción, el gobierno de Santa Fe, junto con algunos diputados que integran la Comisión de Derechos y Garantías del Congreso Provincial, van a anunciar la creación de un Programa de Protección de Testigos en las causas contra el Terrorismo de Estado, en concordancia con las políticas nacionales. Con ese objetivo vienen realizando reuniones a las que invitan a los más diversos actores sociales menos, precisamente, a aquellos que son los destinatarios del Programa, su único sentido de ser. ¿Quiénes son esos testigos a quienes estaría dedicado el programa? A excepción de algunos casos puntuales, la casi totalidad de los testigos a los que se hace referencia somos ex-detenidos-desaparecidos.

Los militantes políticos y sociales que logramos sobrevivir a los campos de exterminio de la Dictadura, es decir, aquellos que sobrevivimos no sólo porque seguimos respirando y caminando por las calles, sino porque además no nos pasamos "al otro lado" ni nos pusimos a colaborar con los genocidas en su tortuosa maquinaria de aniquilamiento de toda potencia popular (tal como ellos, los genocidas, sin cesar lo intentaron, y en algunos casos, ínfimos por cierto, lo lograron). Los sobrevivientes, desde entonces, nos convertimos en testigos dispuestos a denunciar las atrocidades que padecimos/presenciamos, y a sus autores con nombre y apellido, en la medida en que pudiéramos identificarlos.

Lo hicimos como pudimos desde el primer momento, en plena dictadura, utilizando todo resquicio que encontrábamos para hacer conocer en el país y en el exterior lo que estaba sucediendo en los agujeros negros de nuestra patria, buscando que cada vez fueran menos los que no-sabían-lo-que-estaba-pasando. Y recurrimos a la Justicia ni bien el primer Presidente democráticamente elegido estrenó su sillón

Desde que asumió este gobierno provincial estamos esperando que se abra un diálogo con nosotros que contemple estas preocupaciones. No lo hubo. El 4 de marzo pasado nos enteramos por el diario que el día anterior se había realizado una "Reunión en Rosario de testigos y querellantes". Los testigos no fuimos convocados. Convocaron a organismos, convocaron a abogados. Pero a quienes somos el sujeto social y político directamente afectado, en riesgo, amenazado, y por ende principal interesado, a nosotros no nos convocaron.

Ante esta situación queremos decirles a quienes están armando este Programa a nuestras espaldas que no somos un número. Ni tan siquiera cuando estábamos reducidos a piltrafa humana, ni tan siquiera entonces nos sentimos un número. Que contener, acompañar, cuidar al otro, empieza por reconocerlo. Que cuando nos "ningunean", como viene haciéndolo este gobierno, muy lejos de protegernos, nos están maltratando. Y que esta falta de reconocimiento, este maltrato, siembran una profunda desconfianza hacia cualquier "programa de protección" que se busque implementar.

*firmán Además, Laura Ferrer Varela, Elida Luna, Eduardo Seminara, José Luis Girolami, Ana Ferrari Y Azucena Solana. Siguen Las Firmas.