El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Héctor Superti, se reunió ayer a la mañana en la sede del gobierno provincial en Rosario, con representantes de los gremios de taxistas para abordar la problemática de la seguridad. Superti explicó las medidas que el Poder Ejecutivo lleva adelante para implementar una política criminal adecuada y dar respuestas a las víctimas.

Del encuentro participaron también el ministro de Seguridad, Daniel Cuenca; el jefe de Policía de la provincia, Daniel Cáceres; el jefe de la Unidad Regional II, Osvaldo Toledo; y el subsecretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, Pablo Seghezzo. Los taxistas estuvieron representados por la Cámara de Titulares de Licencia de Taxis de Rosario (Catiltar) y por el Sindicato de Peones de Taxis. Además estuvo presente Néstor Ferraza, en representación de la Confederación General del Trabajo (CGT) local.

La reunión se llevó a cabo en el marco de la serie de conversaciones que vienen manteniendo los taxistas con autoridades de la provincia, en la búsqueda de garantizar mayor seguridad para los choferes durante el desarrollo de sus actividades. Los propios taxistas habían manifestado su interés e inquietud respecto de la legislación penal y la administración de justicia en la provincia. En tal sentido, el ministro Cuenca reveló que ya puso en conocimiento de esta demanda al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Roberto Falistocco.

En primer lugar, la creación de Centros de Asistencia Judicial ﷓con sus correspondientes Oficinas de Atención a las Víctimas﷓ que brindan una atención integral (jurídica, emocional y social). Además, el rediseño del ex Patronato de Liberados ﷓ahora Dirección Provincial de Control y Asistencia Post Penitenciaria﷓ y de la Justicia Penal Juvenil que cuenta con programas de libertad asistida, de institutos de puertas abiertas e institutos de puertas cerradas.

Los representantes de los taxistas se mostraron interesados en la faz preventiva, sobre todo en cuanto a las facultades de la Policía para realizar identificaciones y requisas. Por su parte, Superti, subrayó la aparición de un posible conflicto entre la intimidad de las personas y los alcances de los controles estatales. En ese sentido, se conversó sobre la posibilidad de establecer protocolos para la actuación policial, de modo que los choferes y los ciudadanos en general se sientan cuidados y no invadidos.

"Se necesitan medidas de protección, donde haya un límite equilibrado entre la privacidad y el control. La policía, los taxistas y la gente deben tener en claro qué hacer", destacó el ministro. Los choferes coincidieron en este punto y se comprometieron a estudiar la mejor manera de explicar y difundir los alcances de las medidas de protección.