Sábado, 17 de diciembre de 2005 | Hoy
El Obispado de Reconquista criticó duramente el archivo del caso porque levanta "sospechas sobre quienes deben investigar y juzgar". También cuestionó "el silencio de algunos sectores e instituciones".
El Obispado de Reconquista reclamó la reapertura de la investigación judicial por la muerte del agente rural Claudio Capdevilla, testigo clave en un caso de narcotráfico, y criticó con una dureza infrecuente al juez de San Cristóbal, Aldo Precerutti, que cerró la causa cuando concluyó que el policía se había suicidado y a la fiscal María Perotti de Secchi que no apeló la resolución del magistrado. "Procesos judiciales como éste, dilucidados a veces muy rápidamente, pueden comprometer seriamente la verdad de los hechos y levantar sospechas sobre quienes deben investigar y juzgar situaciones como las mencionadas", dice el documento. La Comisión Diocesana de Justicia y Paz del Obispado advirtió: "El camino de la verdad no siempre es el más corto". Y lamentó "el silencio de algunos sectores e instituciones de nuestra provincia, lo que de alguna manera favorece la sensación de impunidad que se percibe diariamente".
La Iglesia de Reconquista expresó su "preocupación" por el fallo del juez Precerutti que archivó el caso Capdevilla y la actitud de la fiscal María Perotti Secchi que no apeló esa decisión y por lo tanto convalidó que quedara firme. "Ambos decidieron archivar la causa luego de caratularla como suicidio, a pesar de las múltiples consideraciones y hechos que se sucedieron durante el proceso desde el fallecimiento de Capdevilla que distintas opiniones han calificado como desprolijas e irregulares", agregó.
Tras afirmar que "acompaña en su dolor a los familiares de Capdevilla" advirtió que "procesos judiciales como éste, dilucidados a veces muy rápidamente, pueden comprometer seriamente la verdad de los hechos y levantar sospechas sobre quienes deben investigar y juzgar situaciones como las mencionadas".
Lamentó "el silencio de algunos sectores e instituciones de nuestra provincia, lo que de alguna manera favorece la sensación de impunidad que se percibe diariamente". Un sayo arrojado al aire que apunta a muchos. Y se despachó con un pedido público para que la Cámara Penal de Rafaela revise la causa que cerró el juez Precerutti. "El camino de la verdad no siempre es el más corto", concluyó la Comisión de Justicia y Paz del Obispado de Reconquista.
Después del fallo que archivó el caso Capdevilla, el juez Precerutti mantuvo su silencio, pero la fiscal explicó las razones que la llevaron a no apelar el archivo de la causa. "Si en cualquier momento surgiese alguna prueba que demostrara que esto fue un homicidio, inmediatamente se reabriría la investigación. Pero de acuerdo con lo que tenemos hasta ahora y con los exámenes científicos, no tenemos por qué sospechar", dijo Perotti de Secchi en el canal de cable CyD de Santa Fe.
Sin embargo, la fiscal consideró que la Policía de San Cristóbal investigó "terriblemente mal" la muerte de Capdevilla. "Tenemos una instrucción policial lamentable, de la cual han derivado varias causas colaterales en las que se investigan las responsabilidades profesionales de quienes estuvieron a cargo del levantamiento del cadáver".
-Usted dice que no hay elementos para sospechar de un asesinato pero, por ejemplo, el arma de Capdevilla desapareció del lugar.
-Negligencia absoluta de los policías que levantaron el cadáver.
-Si el arma fue sacada del lugar, limpiada y fotografiada posteriormente, ya no sirve como prueba.
-Bueno... después se comprobó que el disparo se corresponde con ese tipo de arma.
-Pero si la limpió la policía, no se pudo saber si las huellas eran de Capdevilla o de otra persona.
-No. No encontramos huellas.
-¿Por qué la limpiaron?
-Estoy de acuerdo con que estamos frente a una instrucción policial desastrosa. Le estoy diciendo que se han derivado varias causas que investigan la responsabilidad de la policía. Pero nada me indica a mí, de acuerdo al conocimiento que tengo, que el policía que levantó el arma lo haya hecho con maliciosidad. Fue absolutamente negligente.
-¿Por qué el juez no ordenó la autopsia apenas apareció el cuerpo?
-Porque el médico legista no lo consideró necesario. En un primer momento llegó al lugar el doctor Raviolo, que no pertenece a la policía. Se pensó que era un accidente de tránsito.
-Pero tenía un balazo en la cabeza.
-Claro. Eso lo ve el doctor Raviolo cuando llega.
-Y este médico ¿dijo que el balazo había ingresado por la derecha o por la izquierda del cráneo?
-Todos los médicos que lo vieron en un primer momento, tanto Bazán como Maidana y Arancibia, sostienen que el disparo ingresó de izquierda a derecha.
-Capdevilla era derecho.
-Aparentemente, por lo que dice la policía, utilizó ambas manos.
-¿Cómo hace una persona para dispararse en el cráneo con las dos manos y desde la izquierda, cuando se es derecho?
-No es contundente eso, de acuerdo a lo que establece la junta médica. El informe dice que la dirección del disparo no modifica la posible naturaleza autolesional del hecho. Tampoco surge que la causa tenga una causa accidental.
-Pero la posición no deja se ser extraña.
-Los científicos dicen que no es extraño. Uno nunca sabe qué puede pasar por la mente de un suicida.
-¿Le parece que el caso está aclarado cuando se equivocaron un médico, un médico legista y varios policías?
-Pero fueron negligencias. No encuentro maliciosidad. Hace ocho años que soy fiscal. ¿Usted cree que si acá hubiera delito, no lo perseguiría? ¿Qué interés podría tener la Justicia de San Cristóbal en encubrir un homicidio? Tengo 25 años de trayectoria en la Justicia, cuando veo un delito lo huelo. Acá no me podrían hacer tragar una cosa por otra.
-¿Cuál es el dato científico que prueba que se trató de un suicidio?
-La distancia en que se efectuó el disparo.
-¿A qué distancia se efectuó el disparo?
-Hay disparidad en esto. La policía dice que la distancia fue cero. El doctor de la morgue judicial de la Nación dice que se hizo a no más de uno o dos centímetros.
-¿Y esto por qué implica que se suicidó?
-Conociendo la personalidad de Capdevilla, no se hubiese dejado matar en esa circunstancia. Estaba consciente cuando ocurrió el hecho.
La junta médica forense del Instituto Médico Legal de Rosario, más el forense Arancibia, dicen que el daño cerebral masivo fue producido por el ingreso rápido y violento de un gran volumen de gas junto al proyectil. Eso indica que el disparo fue realizado a escasa distancia.
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