Hermes Binner reiteró ayer la necesidad de reformar la Constitución "este año o el que viene, pero es necesario hacerlo". Consciente de la necesidad de arribar a un acuerdo previo con Carlos Reutemann, el gobernador confesó que habló con Lole "por teléfono hace tres o cuatro semanas y quedamos en buscar un momento para que esa reunión se produzca". En diálogo con Pablo Feldman, por Radiofónica, Binner volvió a criticar al gobierno nacional por la escasez de recursos que remite a la provincia, escenario que aprovechó para respaldar elípticamente a Rubén Giustiniani, que había sido blanco de fuertes cuestionamientos de parte del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. El titular de la Casa Gris admitió la existencia de síntomas de reactivación de la economía provincial, pero advirtió: "Lo que ocurre es que la recuperación del trabajo todavía no se dio en Santa Fe".

- ¿Hay alguna posibilidad que se discuta y prospere la reforma constitucional en Santa Fe?

-Creo que hay que partir de que la Constitución de Santa Fe es del año 1962, y quedó atrasada en relación a la nacional de 1994. Esta democracia representativa que tenemos hoy está bastante restringida. La reforma del 94 incorporó una serie de elementos muy importantes, como los plebiscitos, la revocatoria de mandatos, y acciones importantes para mejorar la democracia. En ese sentido, la Constitución de Santa Fe quedó atrasada. Un ejemplo es la autonomía de los municipios, que está consagrada en la Constitución Nacional, sin embargo en la provincial está absolutamente restringida. Esta Constitución no nos impide gobernar; pero su reforma posibilitaría mejorar la democracia a partir de incorporar aspectos importantes de la democracia participativa y creo que allí está ese valor que para nuestro entender debiéramos trabajar y podamos mejorar esta situación de democracia delegativa, como algunos la llaman, que debilitó la participación de la población.

- La llave para abrir esa puerta, pareciera que la tiene Carlos Reutemann. ¿Existe algún canal de diálogo, alguna posibilidad de establecer o buscar consenso con Reutemann?

- Hay dos cuestiones. Por un lado, tener en cuenta que es necesario cambiar la Constitución, este año o el que viene, pero es necesario hacerlo. En segundo lugar, obviamente que el senador Reutemann es de la provincia de Santa Fe y merece nuestra atención y nuestro disposición al diálogo; de hecho hemos hablado por teléfono hace tres o cuatro semanas y quedamos en buscar un momento para que esa reunión se produzca. En fin, no tenemos inconveniente en dialogar con todos. Pero, lo que creemos también es que si mejoramos la democracia podemos tener una mejor relación entre la sociedad civil, el Estado y el mercado.

- El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández marcó diferencias entre el pensamiento del gobierno de Santa Fe y el accionar legislativo de Rubén Giustiniani. ¿Existe esa diferencia o trabajan todos en el mismo sentido?

- Que trabajamos en el mismo sentido, no tenga dudas. La cuestión es que son ámbitos diferentes de trabajo, porque no es lo mismo la tarea legislativa que la ejecutiva. Yo conozco la historia de participación en la Cámara de Diputados de la Nación, de la necesidad de dialogar con todos, y creo que esto es común en todos los ámbitos legislativos.

- ¿En el Socialismo se está discutiendo la sucesión en la provincia, y quiénes pueden encabezar las listas en los municipios?

- En dos años se pueden ver los cambios de los modelos que están en marcha. Necesitamos que la población se apropie de todas estas reformas que se están haciendo. Rafaela será nodo de la región noroeste de la provincia, por eso inauguramos un Centro de Distrito, que significará en el futuro un lugar de entendimiento más cercano a la gente con las autoridades locales y los legisladores de la región. Esa reforma sigue la semana que viene en Reconquista, Rosario, Santa Fe, Venado Tuerto. Lo dijimos en la campaña electoral: no queremos ser buenos administradores del viejo Estado; sino renovarlo.

- Giustiniani dijo que éste es el gobierno nacional más unitario de los últimos 50 años. Que se apropia del 75 por ciento del presupuesto nacional, dejando sólo el 25 a las provincias. ¿Tiene la misma visión?

-Bueno, es ampliamente demostrable cómo la coparticipación va disminuyendo, proporcionalmente; con lo cual se está produciendo un federalismo invertido. Cada día hay más concentración de riqueza a nivel nacional, y más pobreza a nivel de las provincias, que obliga a buscar permanentemente acuerdos no federales, sino de partes, para poder lograr mantener la atención del Gobierno hacia sus pobladores en cada una de las provincias. Esto es lo que hay que cambiar: hay que pensar en un verdadero federalismo.

- Los indicadores hablan de un repunte en la economía nacional. Debe haber repercusiones en la provincia. ¿Lo perciben ustedes?

-Sí, se percibe. Lo que ocurre es que la recuperación del trabajo todavía no se dio. Va muy lento en relación a la recuperación de la economía.

- Los números demuestran que los que estaban bien, están mejor; y los que están mal, todavía no alcanzan a estar un poquito más aliviados.

- Exactamente. Esta recuperación económica comparte la realidad de que hay un 30 por ciento de pobreza, que es una pobreza estructural muy difícil de doblegar.

- ¿En qué punto está la situación con el Estado nacional, después de aquella demanda en la Corte Suprema, de la audiencia a la que concurrió la provincia y funcionarios nacionales?

- Estamos defendiendo los derechos de la provincia, teniendo en cuenta que cumplimos con nuestra responsabilidad. Hemos agotado todas las vías administrativas. Entonces, el único espacio que nos queda es la Corte. El tribunal creyó necesario llamar a una audiencia de conciliación, y ahí estuvimos con nuestra pruebas presentadas, las cuales no fueron rebatidas por el Gobierno nacional. Estamos a la espera de la decisión de la Corte Suprema.