Para saber todo lo que Horacio Usandizaga se equivocó en materia de fútbol profesional alcanza con repasar el presente de Central en el torneo, o bien recordar la negociación por la cual el club se desprendió de la totalidad de sus derechos económicos de Angel Di María, hace un año y medio. Quien fuera la última joya que entregó las divisiones inferiores canayas está próximo a pasar al Real Madrid por casi 50 millones de euros, de los cuales a Arroyito se pueden esperar que lleguen algunos billetes, pero sólo en carácter de derechos de formación.

Cuando las críticas erosionaban la credibilidad de Usandizaga, por entonces con buena imagen en Arroyito, Manuel Usandizaga llamó a conferencia de prensa para intentar explicar la decisión de su padre de ceder el 20 por ciento del pase de Di María a Benfica a cambio de dos millones de euros.

Al asumir el Vasco en Central, en noviembre de 2007, el club había firmado con los portugueses la cesión del pase de Di María a cambio de 5.250.000 euros por el 80 por ciento de su pase, más otros 750.000 euros correspondientes al 100 por ciento de Andrés Díaz. El contrato por el talentoso volante tenía una cláusula de rescisión de 30 millones de euros, de los cuales Central se reservaba 6 millones.

Ocurrió que cuando los lusitanos hicieron el primer desembolso del dinero depositaron a nombre de los canayas un millón de euros más de lo pactado. En vez de reintegrar el dinero, en Central el excedente se lo quedaron, atribución que Benfica utilizó para empezar a negociar por la compra del último 20 porciento a nombre de los auriazules, que bajo contrato no podía ser valuado en menos de dos millones de euros.

El 13 de agosto de 2008 Usandizaga rubricó con su par del Benfica la cesión del porcentaje restante por lo mínimo garantizado bajo firma: dos millones de euros, de los cuales a los europeos les quedaba por saldar solo un millón, habida cuenta del adelanto involuntario pagado al girar la primera cuota.

Usandizaga decidió ceder el pase de Di María cuando el juvenil se lucía con sus corridas en los Juegos Olímpicos de Beijing, convirtiendo el gol en la final que le entregó a la delegación nacional una nueva medalla de Oro. Su proyección deportiva anticipaba una venta millonaria en el continente europeo, como la que está próxima a firmar el Benfica con el Real Madrid por casi 50 millones de euros, lo que le hubiese reportado a la tesorería auriazul más beneficios económicos de los que dejó la negociación del 80 por ciento del pase. Y cuando en asamblea lo interrogaron al presidente por el caso del jugador, Usandizaga se levantó y dejó a su interlocutor hablando solo.

La última satisfacción que Di María le podría dar a Central está reservada entonces en sus derechos de formación, los cuales le reportarían al club casi el 3 por ciento de la transacción que se selle en Europa.

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