"La presidenta me llamó a la noche para transmitirme lo contenta que estaba, lo bien que se había sentido en Rosario", dijo ayer el diputado nacional Agustín Rossi quien concedió que en el Día de la Bandera en esta ciudad "se reiteró algo de lo que ya había ocurrido con los festejos del bicentenario". Por su parte, el gobernador Hermes Binner destacó que tuvo "un buen diálogo con la presidenta" y que "ni siquiera en los discursos hubo diferencias importantes". También el intendente Miguel Lifschitz señaló que pudo hablar "de todo un poco" con Cristina y que la fiesta que vivió la ciudad fue "realmente importante, con una amplísima participación popular y sin ningún incidente".

Consultado Rossi sobre si para la presidenta y para el kirchnerismo hacer pié en Rosario había significado una especie de revancha después del acto del campo contra el gobierno que se hizo aquí en 2008; el diputado nacional admitió que "de alguna manera Rosario está claro que no era una ciudad absolutamente favorable al gobierno nacional", explicó en declaraciones a LT8. Y agregó que "lo que sucedió es que hubo un cambio que se está viviendo en todo el país, donde la gente sin apoyar absolutamente todo se da cuenta que hay cuestiones centrales en la administración del Estado que son eficientes y que se está favoreciendo a los sectores populares".

-La presidenta lo destacó cuando dijo que para ser generosos y solidarios hay que afectar intereses concentrados, ¿no?- se le preguntó a Rossi.

-Claro, porque en este tema es imposible la suma cero. Si uno pretende proteger y asistir cada vez más a los sectores más vulnerables de Argentina, no queda otro camino que pedirle más esfuerzo a los sectores de mayor capacidad contributiva. Y eso no es fácil, nadie quiere ceder tan fácilmente, pero es obligación del Estado regular esas asimetrías y asistir a los que menos tienen. Porque -también lo dijo la presidenta- uno tuvo la posibilidad a lo mejor de nacer en el seno de una familia que le dio la posibilidad de estudiar, de desarrollarse. Pero hay otros que no tuvieron esa suerte, que tienen vedado el acceso al estudio, a la posibilidad de desarrollo, entonces ahí es donde tiene que aparecer el Estado.

Para Binner no fue casualidad que en todos los discursos del 20 de Junio se coincidiera en destacar las acciones de Belgrano. "En el prócer se sintetizan como en pocos hombres, los valores más nobles. Además la gente que se acercó a los festejos del Bicentenario como los que lo hicieron ayer (por el domingo) al monumento, están demostrando que quieren ver en sus dirigentes esos mismos valores. Esa misma entrega, esa misma solidaridad y sensibilidad con los problemas del pueblo".

-Para preguntarlo en forma bien directa: ¿Se puede decir que la Nación capitalizó políticamente la primera parte del acto y la municipalidad se quedó con la segunda parte, con la tarde y los números musicales y artísticos?- se lo consultó al intendente Lifschitz.

-No lo sé. La verdad es que es muy difícil establecer qué lectura hace cada uno de acontecimientos tan importantes como el del domingo 20 de Junio. Creo que salió todo bien, que la concurrencia fue masiva y en orden y que la gente disfrutó mucho de todas las partes de estos festejos. Después, seguramente, cada uno hará una lectura particular del hecho y que será sin dudas muy acertada desde el punto de vista político. Lo que sí creo es que todos los que tuvimos algún protagonismo hicimos lo que se esperaba de nosotros que fue deponer cualquier antagonismo previo para posibilitar que se cree un mensaje de unidad y que lo que se destaque sea el valor de lo que se estaba evocando allí